**Huye aterrado Obispo en Yanga
#LosDatosdeCuit
Yanga, Ver.- la mañana de este domingo fue asesinado a balazos el panista ex aspirante a la alcaldía de Yanga, Raúl Castillo, cuando se encontraba al interior de un autolavado de su propiedad.
Los hechos se registraron pasada la misa de las 11:00 horas cuando Castillo quien también fue ex- tesorero del ayuntamiento se encontraba en su autolavado, ubicado a un costado de la parroquia de San Lorenzo, en el centro de Yanga.
En ese momento arribaron dos sujetos a bordo de una motocicleta y se acercaron hacia donde se encontraba Castillo con un empleado.
Sin mediar palabra les dispararon, Raúl Castillo falleció en el lugar, en tanto su empleado quedó lesionado.
Personas que se encontraban en cerca de inmediato solicitaron la presencia de los cuerpos de seguridad y de rescate, arribando elementos de la Policía y personal de paramédicos, así como gente de la Fiscalía, el lesionado fue trasladado a un hospital y el lugar quedó acordonado.
* No me vuelvan a invitar a venir
Estaba por terminar la misa iniciada a las 11:00 horas en la parroquia de San Lorenzo, cuando el Obispo Eduardo Carmona, quien la celebraba ante decenas de feligreses, al oír las ráfagas de metralleta, volteó a ver al párroco y sus diáconos y sin tomar en cuenta que estaba el micrófono abierto, reclamó “¿esta es la bienvenida que me dan, para esto me trajeron?, no me vuelvan a invitar”.
Estaba ateŕrado, dicen los católicos, pues fue estremecedor el ruido.
Solamente una pared separaba a la misa de donde existe un autolavado, propiedad de Raúl Castillo, panista ex aspirante a la alcaldía de Yanga, quien había sufrido atentados anteriores y cuyo hermano murió en atentado en la campaña de Gerson Morales a la alcaldía hace un año.
Una moto con dos tripulantes llegó al autolavado, identificaron a la víctima, le vaciaron 15 tiros de un rifle automático que llevaba el copiloto, mientras que el piloto llevaba un revólver, que apuntó a los clientes e hizo un disparo a un ayudante de la víctima, que lo lesionó sin gravedad.
Luego huyeron en la misma moto, con rumbo desconocido.
Raul Castillo había fallecido de forma inmediata.
No había policías en el Palacio Municipal, dicen testigos, porque primero llegaron los paramédicos y luego Fuerza Civil de Córdoba.
Mientras en la iglesia el Obispo, custodiado de feligreses tomaba su vehículo y ponía los pies en polvorosa.