Por Bernabé Vallejo Olvera
PAPANTLA, VER. – (10 de julio de 2024) La imprudencia al manejar a exceso de velocidad, la falta de precaución y el piso mojado provocaron un fuerte accidente y volcadura de una unidad de alquiler sobre la carretera Chote a San Andrés, en las inmediaciones del “Puente Remolino”. Esto desencadenó una intensa movilización de personal y unidades de emergencia hasta dicho lugar.
Automovilistas que circulaban en esos momentos solicitaron la presencia de los cuerpos de emergencia debido a las condiciones climáticas críticas en las últimas horas por las intensas lluvias en esta región.
Los primeros reportes indican que el fuerte accidente ocurrió aproximadamente a las 15:30 horas de este miércoles 10 de julio del presente año. El conductor Santiago Castro, quien manejaba la unidad de alquiler NISSAN TSURU con colores oficiales de la comunidad de Joloapan, perteneciente a este municipio papanteco, con número económico 821 y placas de circulación A-987-XPF del Estado de Veracruz, se dirigía a la cabecera municipal.
Debido a la fuerte lluvia y la falta de precaución, no se percató de un embalse por la caída de un caudal sobre dicha carretera, perdiendo el control de la unidad de alquiler. Esto originó la volcadura, terminando con las llantas hacia arriba a un costado entre un lodazal.
Cabe mencionar que al interior de la unidad de alquiler iban seis pasajeros junto con el conductor, cuando las autoridades solo autorizan tres pasajeros en la parte trasera, copiloto y conductor.
Resultaron lesionados: Isidora M., Darío N., Hilarión N., el conductor Santiago, Manuel N., junto con dos menores de edad. Acudieron preventivos municipales junto con personal de Protección Civil Municipal, quienes atendieron a los lesionados y los trasladaron al área de urgencias del Hospital Civil para su atención médica.
El parte informativo fue presentado ante las autoridades correspondientes para deslindar responsabilidades. Los daños materiales fueron cuantiosos, considerando la unidad de alquiler como pérdida total. Afortunadamente, no hubo desgracias que lamentar en esos momentos.