Mariana Sánchez Dávalos era pasante de Medicina en Ocosingo, Chiapas. Sufría acoso sexual por parte de un compañero superior, médico. Solicitó su cambio y su jefa se lo negó.
La hallaron colgada en su cuarto el viernes 28 de enero.
Cremaron el cuerpo sin permitir una autopsia a fondo y sin permiso de la madre.
Han sido detenidos su Jefa y el presunto acosador.
Pero si existiera una prontitud en los protocolos de violencia de género, esta muerte no se tendría que lamentar.
UN CASO MÁS
El lunes 15 de febrero a bordo de un transporte público de la ruta Buenos Aires Centro, en Culiacán, Sinaloa, lo cual se hizo viral porque quedó registrado en video por las cámaras de seguridad del camión.
José Francisco “N”, de 36 años de edad, quien apuñaló a su pareja llamada María Candelaria “N”, de 33 años, con un cuchillo al interior del transporte público.
Nadie de los pasajeros le ayudó a la víctima, pues corrieron todos al exterior, hasta que dos jóvenes voluntarios y el chofer subieron al bus y desarmaron al sujeto.
La esposa ya había denunciado al hombre por violencia intrafamiliar, se le había otorgado protección para evitar que el hombre se le acercara. Y todo eso fue solamente burocracia. El sujeto se subió al mismo bus que ella y la obligó a irse hasta atrás donde la apuñaló 30 veces en los brazos, no alcanzo puntos vitales, porque la víctima se defendió.
Por esa indefensión que padecen las mujeres en cada ciudad, en cada comunidad, institución o gobierno o partido político, es que las entiendo cuando salen a manifestar su rabia, ante una sociedad misógina y machista que las critica.
Hugo Morales Alejo La Nigua