El sector de la construcción enfrenta un nuevo desafío con el aumento en el precio del cemento, programado para el 1 de abril. De acuerdo con información obtenida, el costo por tonelada pasará de $4,000 a $4,500 pesos, lo que representa un incremento del 12% y genera inquietud entre empresarios y desarrolladores.
Lo que más preocupa a los constructores es que, mientras otros insumos clave, como acero, varilla, mallas y alambres, han mantenido estabilidad en sus precios desde inicios de año, el cemento vuelve a encarecerse. Esta situación ha despertado dudas sobre la transparencia en la fijación de costos dentro de la industria.
“No hay una justificación clara para este aumento. Es un golpe directo a la construcción y al consumidor final”, señalaron fuentes del sector, que prefirieron mantenerse en el anonimato.
Mercado concentrado y sospechas de colusión

En México, la producción y comercialización del cemento está dominada por cinco grandes fabricantes, lo que ha generado especulaciones sobre posibles acuerdos para elevar los precios de manera coordinada. Sin embargo, la falta de pruebas concretas impide señalar formalmente una práctica anticompetitiva, lo que deja a las autoridades sin margen de acción.
El impacto del alza no será menor. El encarecimiento del cemento afectará directamente el costo de proyectos de infraestructura y vivienda, en un contexto económico ya marcado por la incertidumbre. Constructores y desarrolladores advierten que este tipo de ajustes afectan la competitividad del sector y pueden frenar su crecimiento en los próximos meses.
Mientras tanto, el gremio de la construcción exige mayor transparencia en la determinación de precios y hace un llamado a las autoridades para vigilar que no se incurra en prácticas que afecten el desarrollo del sector.