Xalapa, Ver.- Por cuarto día consecutivo, integrantes del Sindicato Independiente Magisterial Veracruzano (SIMAVER) mantienen tomadas las oficinas de la Dirección General del Telebachillerato de Veracruz (TEBAEV) y la supervisión de zona en Coscomatepec. La protesta, liderada por el secretario general del sindicato, José Javier Galán Vázquez, busca presionar a las autoridades para obtener una solución inmediata a sus demandas antes del término de la actual administración estatal.
El dirigente sindical denunció que hasta el momento no ha habido acercamiento por parte del director general del TEBAEV, Rubisel Ventura Frías, quien se ha mostrado indiferente a las exigencias de los manifestantes. “No hay voluntad de resolver. Hoy tendremos una reunión de delegados sindicales para decidir las acciones a seguir, pero no nos retiraremos hasta que se nos den soluciones”, declaró Galán Vázquez.
El SIMAVER también denunció presuntas irregularidades en el manejo de recursos económicos aportados por los padres de familia, acusando a la encargada de la supervisión escolar en Coscomatepec, Maura, de no rendir cuentas sobre un monto estimado de 80 mil pesos. En lugar de esclarecer la situación, señalaron que las autoridades educativas han emprendido acciones de hostigamiento laboral y procedimientos administrativos sin fundamento contra los docentes que exigen claridad.
Entre los afectados por estas medidas destacan los profesores Edwin Murillo Vázquez, Sonia Ramírez Velázquez y Ana Karina Castro Fuentes, quienes fueron removidos de sus centros de trabajo bajo el argumento de “refrescar la zona”. Según el SIMAVER, estas acciones son represalias claras y carecen de sustento legal.
Exigencias del sindicato
El SIMAVER reiteró su compromiso de permanecer en las instalaciones tomadas hasta obtener respuestas concretas. Entre sus principales demandas están:
- Solución inmediata a las irregularidades financieras.
- Detención del hostigamiento laboral contra el personal docente.
- Reinstalación de los profesores removidos injustamente.
La falta de atención a estos conflictos podría empañar los últimos días de la administración estatal, dejando un pendiente significativo para el gobierno entrante.