Xalapa, Ver.- Con más de tres décadas de experiencia en la observación electoral, el biólogo Juan Esteban Martínez subraya la importancia de la participación ciudadana en el fortalecimiento de nuestra democracia. “El papel que tenemos los ciudadanos y las ciudadanas en la construcción de nuestra sociedad es fundamental”, afirma, reconociendo especialmente a los miles de voluntarios que, independientemente de sus afiliaciones políticas, contribuyen activamente en los procesos electorales.
Martínez comenzó su trayectoria en este ámbito siendo testigo del histórico fraude electoral de 1988. En 1994, formó parte de un esfuerzo colectivo cristalizado en la Alianza Cívica, un movimiento ciudadano que involucró a cerca de 85 mil observadores electorales en colaboración con las Naciones Unidas. Este proyecto permitió realizar un conteo rápido independiente, proporcionando una visión imparcial sobre los resultados de las elecciones federales.
A lo largo de los años, ha desempeñado diversos roles en los procesos electorales, desde observador y funcionario de casilla hasta representante de partidos políticos. Más recientemente, en las elecciones estatales, participó en el recuento de votos y brindó apoyo a otros observadores.
Martínez resalta un aspecto clave de nuestra Constitución: la renovación de los poderes a través de elecciones libres, auténticas y periódicas, sustentadas en el sufragio universal, libre y secreto. Este proceso no solo otorga a los ciudadanos la herramienta para elegir a sus representantes, sino que también establece límites temporales a los cargos de elección popular.
Asimismo, recuerda que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido principios fundamentales para regir los procesos electorales: certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, objetividad y transparencia. Sin embargo, enfatiza que los esfuerzos ciudadanos han detectado irregularidades a lo largo del tiempo, lo que destaca la necesidad de una vigilancia constante.
“Es nuestra responsabilidad como ciudadanos garantizar que los procesos electorales cumplan con estos principios y reflejen la voluntad popular”, concluye Martínez, instando a continuar construyendo una democracia más sólida y participativa.