Xalapa, Ver.-
La especialista en materia penal y amparo, María de los Ángeles Diana Coq Toscanini, denunció una grave situación en el reclusorio de Pacho Viejo, en el municipio de Coatepec. Según la especialista, hay una “pandemia de infecciones intestinales” debido a que los internos han estado consumiendo agua contaminada. La cisterna de agua del reclusorio no se ha limpiado en tres años, permitiendo la descomposición de animales en su interior.
Coq Toscanini destacó que, cuando los internos muestran síntomas de enfermedad, los responsables del reclusorio les ofrecen inyecciones de penicilina, un método claramente insuficiente para controlar la situación en una población de 1600 internos, cuando la capacidad del edificio es para 750.
La especialista también informó que las autoridades intentan ocultar la situación al público. Sin embargo, la gravedad del problema se evidenció con el suicidio de un interno, quien era miembro de la Guardia Nacional. La directora del reclusorio, quien tiene una investigación abierta en la ciudad de Coatzacoalcos, cuenta con la protección de una funcionaria de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social, Saraín, a pesar de las múltiples anomalías y fallecimientos ocurridos bajo su gestión.
En respuesta a la crisis, actualmente se está comprando agua en garrafones para los internos. Sin embargo, el tratamiento de los enfermos se limita a la administración de sueros, sin acceso a medicamentos adecuados. Los familiares de los internos, muchos de ellos de escasos recursos, han sido solicitados para proporcionar medicamentos, pero no tienen los medios para hacerlo. Esta situación ha llevado a una pandemia que no está siendo controlada adecuadamente.