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*No lo corren, pero lo mandan a “componer” los Huilango
Por Noé Flores Cortés
Bueno esta historia tiene para varios capítulos más, el personaje es Joel Trujillo, un hombre que a los 82 años, sigue dando su “vida” por uno de sus grandes amores, el estadio Rafael Murillo Vidal, cuya cancha está en buenas condiciones es gracias a las horas trabajo que él de dedica y cuando requiere apoyo, ahí están sus hijos para darle la mano.
No importa si son contadores, abogados, ingenieros, químicos o cualquiera otra profesión, cuando se trata de unir esfuerzos en torno a la familiar Trujillo, ahí están los hijos, las hijas, las nueras, los nietos, todos prestos para echarle la mano, para que el campo, las tribunas, los vestidores y bancas estén en buenas condiciones, lo mismo para una final, que para una cáscara autorizada.
Todos sabemos que lo que siempre hace falta algo, fertilizante, gasolina, pintura o algo, para que el campo de la catedral del fútbol en Córdoba esté en buenas condiciones y también nos consta que en repetidas ocasiones, Joel le pone de su bolsa para que todo funcione bien y no todos los equipos y las mismas autoridades, “le ponen” a la bola, como se dice en el argo.
Si bien es cierto, el director de Educación y Deporte, no nos mintió al señalar que Joel no había sido despedido de su trabajo, que él desconocía tal versión, lo cual le creemos, pues es hombre de palabra, hombre de bien y de trabajo, también es cierto que lo sacarán del estadio Murillo Vidal.
Quizá yo no entendí cuando me dijeron, “No se va, al contrario, vamos a aprovechar su experiencia y conocimiento para levantar los campos Huilango (que siempre han estado en pésimo estado); pero él seguirá en su trabajo”.
Entendí que aprovechando la experiencia y conocimiento de Joel, lo nombrarían encargado de dirigir los trabajos o encabezar la cuadrilla que trabajaría en los campos Huilango y que él los supervisaría, alternando con su trabajo del Murillo Vidal.
Sin embargo, creo que no es así, la idea es sacarlo del Murillo Vidal y enviarlo como un obrero más a los campos Huilango con horario de 8.30 de la mañana a las 4 de la tarde; a sus 82 años de edad.
A todos éstos personajes que han dado su vida por mantener los campos en buenas condiciones, la gente les quiere, les valora su trabajo y sólo baste recordar a “La Rubia” Flores, a Matlale y a Juanelo, en el estadio Beisborama.
Ellos hicieron historia y la gente les recuerda con cariño; para ellos, no había horario, el terreno de juego tenía que estar listo para los juegos de Liga Mexicana y ahí estaban trabajando hasta de madrugada, pero siempre cumplieron.
Lo mismo ha realizado Joel Trujillo por muchos, sí, muchos años, pero llegó un “directivo” que ahora me entero que es orizabeño (no tengo nada contra ellos, tengo varios buenos amigos de allá), y sin conocer qué pasa con Córdoba y los cordobeses pretenden “correr” al guardacampo número uno.
Joel Trujillo hizo el Club Campestre Cordobés, de su trabajo no hay pero, ahí está; el Murillo Vidal está en buenas condiciones a pesar de no contar con todo lo necesario para mantenerlo así, por lo tanto se le debe RESPETAR, sus canas y dejarlo en el lugar que merece y creo que Jorge López Tress, que es un hombre de bien, lo sabe y lo entiende así.
Y conste, nadie me ha pedido que lo defienda, pero es un acto de justicia, así que como amigo y abogado, si lo necesita estoy puesto y sin cobrar, pero él tiene hijos profesionistas y buenos, como el abogado José Luis Trujillo.
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