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Por: estudiantes de Ingeniería Civil del Tecnológico de Monterrey campus Puebla
“La inundación de San Mateo” tuvo lugar el 20 de septiembre de 1629, día en que una lluvia extraordinaria de 36 horas inundó por 5 años a Ciudad de México. En este artículo se describirán las causas hidrológicas, efectos socioeconómicos y soluciones implementadas a la incomunicación de la ciudad con el resto del país. Las causas de que la economía del país se viera afectada en los años 1600 fueron la movilización de la tercera parte de la población, el control de los alimentos y el rediseño hidrológico.
¿ Qué provocó la inundación de 1629 ?
La Ciudad de México fue fundada en la parte más baja de la cuenca de México, por lo que su localización geográfica es un problema que aqueja continuamente esta zona y su principal consecuencia son las inundaciones constantes a las que se ve sometida.
Sin embargo, este factor geográfico no es la única causa, ya que el ingeniero e hidrólogo Enrico Martínez, la deforestación y el cambio medioambiental por la llegada de los españoles provocaba la erosión del suelo, lo que ocasionaba que la precipitación no se filtrara en el suelo y desencadenaba un aumento en el nivel del agua que daba pie a las inundaciones (La Gran Inundación, Everett. Richard, 1975).
El 28 de noviembre de 1607 bajo la dirección de Enrico Martínez se dio inicio al canal de Huehuetoca que drenaría el lago de Zumpango al río Tula, sin embargo, desde su conclusión en 1608 se tenían dudas de que funcionara correctamente. Fue hasta 1623 que Enrico Martínez dijo que el desagüe no funcionaba y en 1628 se comenzaron las reparaciones del mismo, sin embargo, en el año de 1629 las lluvias fueron muy intensas. Enrico Martínez ordenó cerrar el canal, en julio el agua inundó toda la parte baja de la Ciudad, el 5 de septiembre ya se usaban canoas para transportarse y finalmente en la noche del 20 de septiembre ocurrió una tormenta como nunca antes que duró 36 horas y provocó que el nivel del agua subiera a dos metros dejando miles de muertos y toda la ciudad destruida y bajo el agua (La Gran Inundación, Everett. Richard, 1975).
Factores post -inundación que afectaron la Ciudad de México
Debido a las largas horas de lluvia, según historiadores la ciudad quedó “bajo el agua sin reservar casa alguna”. El final de una catástrofe y el inicio de una debacle que marcó a una generación entera y es que, el agua fluía sobre balcones de pisos altos, cadáveres flotaban, animales muertos, miles de muebles, entre otras, ondulaban sobre la corriente.
Como bien se ha mencionado, estaba tan inundado el lugar que la única manera de poder transportarse era en canoa; a las casas que aún quedaban “de pie” solamente se podía ingresar por las ventanas de segundos pisos. Para reconfortar a la sociedad, los sacerdotes oficiaban misas en las azoteas, sin embargo, los sollozos y lamentos por aquellos que no sobrevivieron prevalecían.
La sociedad se vio afectada de diversas maneras, una de las más eran las enfermedades severas que adquirían debido a beber agua contaminada de la inundación dada que no disminuía y era imposible llevar alimentos. “La ciudad no volverá a poblarse jamás” fueron palabras de un texto que Fray Gonzalo de Córdova escribió debido a que la inversión que tenían era de alrededor de cincuenta millones entre hospitales, conventos, escuelas, entre otras (Hoberman, 1974).
El rey Felipe IV (máxima autoridad del México de la Nueva España) tomó medidas de emergencia para salvaguardar al pueblo, en las que destacan pedir un préstamo de alrededor seis mil pesos destinados a la compra y distribución de alimentos a familias de escasos recursos y barrios mas afectados, de igual manera a la sociedad que podía comprarlo se les vendían los alimentos; en cuanto a infraestructura se construyeron puentes para que se fuera posible cruzar de un edificio a otro y se ordenó la reanudación de la construcción del desagüe de Huehuetoca.
¿ Qué soluciones se implementaron?
En México, hubo otra inundación importante en el año 1449 y la solución propuesta para evitarla era la creación de una cerca de madera y piedra con el fin de evitar el desbordamiento del lago de Texcoco llamada albarradón de Nezahualcóyotl, la cual quedó inservible debido a modificaciones ordenadas por Hernán Cortés.
El rey Felipe IV tratando de solucionar la inundación de 1629 intentó implementar que se abandonará la ciudad y se fundará en un lugar más firme, pero dicho planteamiento fue refutado desde el punto de vista económico por su elevado costo. La inundación tuvo fin
en el año de 1634 gracias a una temporada de sequía e inmediatamente después se retomó la reconstrucción del desagüe, la cual había iniciado en 1628.
La obra se extendía por siete kilómetros hacia la cuenca del río Tula y tenía como objetivo principal evitar la acumulación de excedentes que resultarían en el aumento del nivel del agua del lago Zupango y por tanto este no rebasara las medidas de contención que se habían creado para detener el flujo del agua hacia los demás ríos.
Situación actual hidrológica de Ciudad de México
El agua que se utiliza en Ciudad de México proviene de tres fuentes: 71% de aguas sub•terráneas, 26.5% del Río Lerma y Cutzamala y 2.5% del Río Magdalena, por lo que la principal fuente de abastecimiento son los mantos acuíferos. El déficit hidráulico ha inducido a la sobreexplotación de los acuíferos, lo cual es resultado de un mayor volumen de extracción de agua del subsuelo con respecto de la cantidad que se infiltra. Los procesos de deforestación, la expansión urbana hacia sitios de recarga de acuíferos y la canalización de las aguas pluviales al drenaje indican que este desequilibrio se profundizará. Además, las expectativas de una explotación más racional y de la recarga del acuífero resultan todavía inciertas. (National Academies, 1995)
Dada la creciente problemática de disponibilidad del recurso hídrico en Ciudad de México, el cuidado y manejo del agua ha ganado mucha importancia en Ciudad de México desde 1970. A partir de 1994, se elaboraron estrategias para disminuir el consumo de agua potable un 10% en edificios y 20% en exteriores. (National Academies, 1995)
La problemática que conllevan las inundaciones requiere de enfoques integrales que incluyan distintos tipos de estrategias, complementarias entre sí. Sin embargo, las soluciones yacen en la información hidrológica tanto en cantidad como calidad. A diferencia de hace aproximadamente 390 años, México cuenta con una gran ventaja que es el gran avance científico del siglo XXI.
México está en el camino correcto a la disminución de pérdidas por causa de inundaciones. Un análisis mucho más amplio y profundo de las características morfológicas del suelo de Ciudad de México es una de las distintas estrategias que son de vital importancia para obtener mejores respuestas hidrológicas.
B i bl i ografí a
Louisa Hoberman. (Nov., 1974). Journal of Latin American Studies. Cambridge: Cambridge University Press.
Cuéllar Meléndez, Mario Hugo, «La lucha de los Santos. Corporaciones e imágenes religiosas vinculadas a la inundación de 1629 en la Ciudad de México», Revista de Historia Moderna. Anales de la Universidad de Alicante, n.o 35 (2017), pp. 149-177, DOI: 10.14198/RHM2017.35.05
García, B.. (2004). La gran inundación de 1629 . 4 de abri del 2019, de arqueología mexicana Sitio web: https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/la-gran- inundacion-de-1629
Richard E. B.. (1975). La Gran Inundación Vida y Sociedad en la Ciudad de México. México: Sep Setentas.
Acosta, V. G.. (2008). Riesgos y desastres ¿climáticos o sociales?, en la historia de la cuenca de México. In Lammel, A., Goloubinoff, M., & Katz, E. (Eds.), Aires y lluvias. Antropología del clima en México. Centro de estudios mexicanos y centroamericanos. doi:10.4000/books.cemca.1290
Universidad Autónoma Metropolitana. (2006). Principios y fundamentos de la hidrología superficial. Ciudad de México : UAM.
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