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Vladimir I Lenin
Escrito en sepiembre, antes del 28 (11 de octubre) de 1914. Publicado originalmente en Sotsial-Demokrat, número 33, 1 de noviembre de 1914. Publicado también en Obras Completas, Tomo 26, páginas 15-17. Para El Comunista, texto de Lenin transcrito de El imperialismo y los imperialistas, Editorial Progreso, Moscú, URSS, pp. 34-36.
La guerra europea preparada durante decenios por los gobiernos y los partidos burgueses de todos los países, se ha desencadenado. El aumento de los armamentos, la exacerbación extrema de la lucha por los mercados en la época de la novísima fase, la fase imperialista, de desarrollo del capitalismo en los países más avanzados y los intereses dinásticos de las monarquías más atrasadas, las de Europa Oriental, debían conducir inevitablemente, y han conducido, a esta guerra. Anexionar tierras y sojuzgar naciones extranjeras, arruinar a la nación competidora, saquear sus riquezas, desviar la atención de las masas trabajadoras de las crisis políticas internas de Rusia, Alemania, Inglaterra y otros países, desunir y embaucar a los obreros con la propaganda nacionalista y exterminar su vanguardia a fin de debilitar el movimiento revolucionario del proletariado: he ahí el único contenido real, el significado y el sentido de la guerra presente.
A la socialdemocracia le incumbe, ante todo, el deber de poner al descubierto este verdadero significado de la guerra y denunciar implacablemente la mentira, los sofismas y las frases “patrióticas” propagadas por las clases dominantes, por los terratenientes y la burguesía en defensa de la guerra.
A la cabeza de un grupo de naciones beligerantes se halla la burguesía alemana, que engaña a la clase obrera y a las masas trabajadoras, asegurándoles que hace la guerra en aras de la defensa de la patria, de la libertad y de la cultura, en aras de la emancipación de los pueblos oprimidos por el zarismo, en aras del derrocamiento del zarismo reaccionario. Pero, en realidad, precisamente esta burguesía, servil lacayo de los junkers[ii] prusianos encabezados por Guillermo II, fue siempre la más fiel aliada del zarismo y enemiga del movimiento revolucionario de los obreros y campesinos de Rusia. En realidad, esta burguesía, justamente con los junkers, orientará todos sus esfuerzos, cualquiera que sea el desenlace de la guerra, a sostener la monarquía zarista contra la revolución en Rusia.
En realidad, la burguesía alemana ha emprendido una campaña de rapiña contra Serbia, con el deseo de sojuzgar este país y sofocar la revolución nacional de los eslavos del Sur, dirigiendo a la par el grueso de sus fuerzas militares contra países más libres, Bélgica y Francia, a fin de despojar a un competidor más rico. Al difundir la fábula de una guerra defensiva por su parte, la burguesía alemana ha elegido, en realidad, el momento más propicio, desde su punto de vista, para hacer la guerra, aprovechándose de sus últimos perfeccionamientos en la técnica militar y adelantándose a los nuevos armamentos, ya proyectados por Rusia y Francia, que están decididos a emplearlos.
A la cabeza del otro grupo de naciones beligerantes se encuentra la burguesía inglesa y francesa, que engaña a la clase obrera y a las masas trabajadoras, asegurándoles que sostiene la guerra por la patria, la libertad y la cultura contra el militarismo y el despotismo de Alemania. Mas, en realidad, esta burguesía, con sus miles de millones, ha contratado y preparado hace ya tiempo para el ataque contra Alemania a las tropas del zarismo ruso, la monarquía más reaccionaria y bárbara de Europa.
En realidad, la lucha de la burguesía inglesa y francesa tiene por objeto apoderarse de las colonias alemanas y arruinar a la nación competidora, cuyo desarrollo económico es más rápido. Y para este noble fin, las naciones “avanzadas” y “democráticas” ayudan al zarismo salvaje a oprimir más aún a Polonia, a Ucrania, etc., a sofocar con mayor violencia todavía la revolución en Rusia.
Ambos grupos de países beligerantes no ceden en nada el uno al otro en lo que se refiere a interminables saqueos, ferocidades y crueldades de la guerra. Mas para embaucar al proletariado y distraer su atención de la única guerra verdaderamente emancipadora, es decir, de la guerra civil contra la burguesía, tanto de su “propio” país como de los “ajenos”, para este elevado fin, la burguesía de cada país se esfuerza, con frases mendaces acerca del patriotismo, por enaltecer el significado de “su” guerra nacional y por asegurar que aspira a vencer al adversario no en aras del saqueo y las conquistas territoriales sino en aras de la “emancipación” de todos los demás pueblos, salvo el suyo propio.
Pero cuanto mayor es el celo con que los gobiernos y la burguesía de todos los países tratan de dividir a los obreros y de azuzarlos a unos contra otros; cuanto mayor es la ferocidad con que se aplica para este elevado fin el sistema del estado de guerra y de la censura militar (que incluso ahora, durante la guerra, persigue al enemigo “interior” mucho más que al exterior), tanto más imperioso es el deber del proletariado consciente de salvaguardar su cohesión de clase, su internacionalismo, sus convicciones socialistas frente al desenfreno chovinista de la “patriótica” camarilla burguesa de todos los países. Renunciar a esta tarea equivaldría, por parte de los obreros conscientes, a renunciar a todas sus aspiraciones emancipadoras y democráticas, sin hablar ya de las aspiraciones socialistas.
[i] El manifiesto “La guerra y la socialdemocracia de Rusia” fue el primer documento oficial del CC del POSDR que exponía la actitud del Partido Bolchevique ante la guerra imperialista mundial de 1914-1918. Escrito en septiembre, vio la luz el 1 de noviembre de 1914 como artículo de fondo de Sotsial-Demokrat (“El Socialdemocrata”), Órgano Central del POSDR, y fue enviado al Buró Socialista Internacional (órgano ejecutivo de la II Internacional) y a algunos periódicos socialistas de Inglaterra, Alemania, Francia y Suecia. [nota Editorial Progreso]
[ii] Junker: gran latifundista prusiano. [nota Editorial Progreso]
*Lenin emplea el término socialdemócrata como sinónimo o expresión de organización comunista. Posteriormente, tras los hechos consumados con el apoyo de gran parte de la socialdemocracia a sus respectivas burguesías en el marco de la primera guerra mundial imperialista, el término socialdemócrata observará ya en general sus connotaciones contemporáneas y contrapuestas con el movimiento comunista. [nota Revista El Comunista]
Escrito en sepiembre, antes del 28 (11 de octubre) de 1914. Publicado originalmente en Sotsial-Demokrat, número 33, 1 de noviembre de 1914. Publicado también en Obras Completas, Tomo 26, páginas 15-17. Para El Comunista, texto de Lenin transcrito de El imperialismo y los imperialistas, Editorial Progreso, Moscú, URSS.