Córdoba, Ver.— Con la zafra 2025–2026 en marcha, las lluvias persistentes ya comenzaron a causar estragos en la actividad cañera de Veracruz, impactando directamente en la calidad de la caña, el ritmo de molienda y el ingreso de los productores, quienes enfrentan desde ahora un escenario de pérdidas.
El exceso de humedad en los campos ha provocado que la caña llegue a los ingenios con alto contenido de agua y menor concentración de sacarosa, lo que se traduce en un bajo rendimiento industrial. Este factor ya se refleja en el Karbe Neto, indicador que ha registrado una caída generalizada en comparación con el ciclo anterior, anticipando pagos finales más bajos para los cañeros.

La afectación es visible en distintos ingenios del estado, donde los reportes internos muestran retrocesos importantes en sus indicadores desde las primeras semanas de molienda. Aunque la producción no se ha detenido por completo, la eficiencia del proceso se ha visto comprometida, generando retrasos y menor aprovechamiento de la materia prima.
En la región centro, la situación se agrava en el Ingenio Central El Potrero, donde las lluvias no solo han deteriorado la calidad de la caña, sino que también han provocado paros intermitentes en la zafra. El uso de bagazo húmedo ha generado problemas técnicos que obligan a suspender operaciones, afectando la programación de corte y acarreo.
Las suspensiones impactan de manera directa a fleteros y productores, quienes deben detener la cosecha y esperar nuevos avisos para poder ingresar la caña al ingenio. Esto incrementa los costos, provoca rezagos en el campo y expone la caña cortada a mayores pérdidas por deterioro.



