Gerardo Luna
Hoy, una familia llora la pérdida irreparable de un ser querido y exige justicia. Esta mañana, Jorge Montiel Morales salió de su hogar, como lo hacía cada día, para cumplir con su labor y sustentar a su familia. Un hombre de trabajo, con la determinación de seguir el camino que sus propios padres le enseñaron, aplicando los conocimientos adquiridos durante su formación académica en un oficio que amaba.
Jorge dedicó dos años de su vida profesional a la empresa Taysa, donde se ganó el respeto de sus compañeros y el orgullo de vestir el uniforme que, con esmero, representaba la empresa. Para él, su trabajo era mucho más que una obligación; era una pasión que compartía con aquellos que lo rodeaban, y sobre la que no escatimaba en elogios.
Sin embargo, el día de hoy, el actuar de los responsables de la empresa dejó al descubierto graves fallas en su protocolo de seguridad laboral. Un accidente fatal, en el que Jorge perdió la vida, resalta las deficiencias en los procedimientos y las responsabilidades de la empresa en cuanto a la protección de sus empleados. La magnitud de lo ocurrido refleja no solo la tragedia personal de la familia Montiel, sino también una alarma para el sector en general sobre las condiciones de seguridad laboral que, en muchos casos, no son suficientes para proteger a los trabajadores.
Este lamentable suceso debe ser analizado con detalle. Las autoridades competentes deberán llevar a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias y responsabilidades que rodean el trágico incidente. Es crucial que se determinen las causas del accidente y se asuman las consecuencias que correspondan, con el fin de evitar que hechos como este se repitan.
Hoy, la familia Montiel se despide de Jorge, un hombre trabajador y ejemplar, con la esperanza de que su memoria sea honrada y que, a través de este doloroso suceso, se generen cambios reales en las políticas de seguridad laboral, que protejan la vida y el bienestar de quienes, a diario, se esfuerzan por ganarse el sustento.
🕊️ Hasta pronto, Jorge. Quedamos con los recuerdos de tu infancia, tu lucha y tu legado.