Orizaba, Veracruz – Padres del jardín de niños José María Morelos y Pavón, ubicado en Avenida Poniente 3 número 492, han expresado su descontento ante la negativa del director Omar Cruz Gutiérrez para reanudar las clases presenciales, alargándolas bajo el respaldo de la supervisión escolar.
El plantel recibió $250,000.00 pesos del programa “La Escuela es Nuestra” para remodelaciones, con trabajos proyectados para durar de uno a un mes y medio. Sin embargo, conflictos surgieron cuando los padres del Comité Escolar de Administración Participativa, al revisar las cotizaciones, decidieron no contratar al personal recomendado por el director debido a costos elevados. En respuesta, Cruz Gutiérrez comenzó a entorpecer las actividades, negándose a permitir el acceso al personal contratado y convocando a una junta donde impuso unilateralmente sus decisiones, incluyendo la suspensión de clases presenciales por tres meses sin justificación adecuada.
Desde el 18 de marzo de 2024, las clases se han llevado a cabo a distancia, con reuniones programadas en la alameda para recoger actividades dos veces por semana. No obstante, estas reuniones se han suspendido frecuentemente, perjudicando a los estudiantes. En este periodo, los docentes solo han asistido siete días, incumpliendo con la modalidad de trabajo a distancia y sin revisión de las actividades entregadas por los alumnos.
Los trabajos de remodelación también se han visto obstaculizados por el director, quien permitió trabajar solo durante seis días antes de suspender los trabajos por vacaciones. A partir del 15 de abril, se negó a abrir el plantel, obligando a la tesorera del comité a asumir esta responsabilidad. Aunque los contratistas terminaron la primera etapa el 11 de mayo, la impermeabilización pendiente ha sido pausada nuevamente por Cruz Gutiérrez, alegando un daño en el piso de un aula.
Padres temen que esta situación genere una desventaja educativa y de motricidad en sus hijos, especialmente aquellos en su último año de preescolar. Además, manifiestan sentirse intimidados por posibles represalias. El director, en la última reunión, culpó al comité de padres por los retrasos, mientras que tanto él como el personal siguen recibiendo su salario sin cumplir con sus responsabilidades.
Los padres exigen una solución inmediata y que se garantice el derecho a la educación de sus hijos, denunciando la falta de acción de la supervisión escolar frente a estas irregularidades.