*Se reunieron en el Zevallos algunos de ellos
Por Noé Flores Cortés
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Hoy como cada año, salvo el pasado por la pandemia, los portadores de la antorcha olímpica allá por 1968, se reúnen para recordar tan importante acontecimiento en su momento, pues se habla de que fueron más de 50 mil almas las reunidas en el parque 21 de Mayo.
Encabezados por el profesor Sergio Vicenttín Luna, principal organizador del evento en 1968, se reúnen los portadores del fuego olímpico y algunos de sus familiares, para recordar el evento y platicar anécdotas y éste viernes no fue la excepción; el lugar fue el patio de Zevallos.
El profesor Sergio Vicenttín Luna, escribió una efemérides y la reproducimos íntegra.
EFEMÉRIDES:
Un día como hoy 8 de octubre pero de 1968, llega a Córdoba Ver., el Fuego Olimpico procedente de Grecia frente a un conglomerado de 50 mil personas reunidas en el parque 21 de Mayo.
Su llegada al país fue por barco el día 6 de octubre al Puerto de Veracruz, quedando el navío a 100 metros de distancia del muelle de la T. Esa distancia fue recorrida por nadadores profesionales con la antorcha encendida hasta llegar a tierra firme, para ser trasladado al Estadio Luis Pirata Fuente, donde se llevó a cabo un acto de bienvenida con la presencia del Lic. Rafael Murillo Vidal, Gobernador del Estado y otras altas personalidades políticas y deportivas relacionadas con las olimpiadas.
En la ciudad de Veracruz, se quedó toda la noche y a la mañana del día 7 salió rumbo a Xalapa por la carretera, ya que todavía no existía la autopista. En Xalapa se le hizo otro recibimiento en el Estadio Xalapeño y también volvió a quedarse para salir el día 8 de octubre rumbo a la ciudad de Córdoba. En esa ciudad fue recibido por más de 50,000 personas en el parque principal. Es la ciudad que más promoción hizo de su llegada y por lo mismo hasta en la carretera había familias que le aplaudían a su paso. Fue muy difícil su entrada a la ciudad por la emoción de la gente que se aglomeraba para estar cerca del fuego que llegó en punto de las 18 horas. En esa ocasión sonaron las campanas de todas las parroquias, la sirena de bomberos que se oye en toda la ciudad, las sirenas de las patrullas de la policía federal de caminos, de las ambulancias que acompañaban, hubo gran cantidad de coetes de arranque, Etc., en fin, todo era una romería, Ahí se encendió el pebetero olímpico y se celebró un acto de gran lujo con una sacerdotisa griega muy guapa que fue la que encendió por primera vez el Fuego Olimpico en Grecia y gran cantidad de altos funcionarios políticos y deportivos, locales, estatales y federales. Pasada hora y media de estancia en Córdoba, el fuego partió a la vecina ciudad de Orizaba, donde percnotó para después continuar su camino hasta llegar a la Ciudad Deportiva del DF, el 12 de octubre de 1968, pasando por los estados de Puebla, Tlaxcala y Edo. de México. En la Ciudad Deportiva, la atleta Enriqueta Basilio encendió el pebetero definitivo para dar inicio los Juegos Olímpicos de México.
La importancia de la llegada del Fuego Olimpico al país, es trascendental, por que inyectó la buena vibra a la población y el orgullo nacional de sentirse mexicanos.
Las olimpiadas a través del deporte unen a los países y hacen que los problemas se olviden y se fortalezcan las relaciones de hermandad mundial. Pero es lamentable que las autoridades municipales, estatales y nacionales, no le den la importancia que se merece, pasando esta fecha desapercibida, cuando se celebra el 53 aniversario de la llegada del fuego Olimpico a Veracruz. Por lo menos unas mini olimpiadas, por municipios, en el estado, o nacionales.
¡VIVA EL DEPORTE!
¡VIVA EL FUEGO OLIMPICO!
¡VIVAN LAS OLIMPIADAS!
¡VIVA MEXICO!