H. Córdoba, Ver., 31 de julio del 2025.
Estimado y querido Dr. Mario Olvera De Gasperin:
Me permito escribir estas líneas con el más profundo respeto, cariño y admiración. Quiero expresarte mi total solidaridad en estos momentos que, sin duda, representan una etapa delicada en tu vida, y ante la cual deseo recordarle que no está solo.
No puedo imaginar del todo el peso que puedes estar sintiendo en estos días. Pero sí puedo decirte con sinceridad que no está solo, y que muchas personas que te conocemos, te admiramos y te apreciamos profundamente, estamos contigo.
La vida, en su misterio, a veces nos conduce por senderos difíciles de comprender, llenos de desafíos que nos ponen a prueba en lo más profundo. Pero también es en esos momentos donde el amor, la fe y el apoyo mutuo se revelan con mayor fuerza. Permítase descansar en esa red de cariño que tantas personas han tejido a tu alrededor gracias a lo que has dado con generosidad a lo largo del tiempo.
Tu labor como médico, político y empresario, tu compromiso con la verdad, la educación y el bienestar del prójimo, han sido ejemplo e inspiración para muchos de nosotros.
Has enseñado con elocuencia, pero sobre todo con el testimonio de tu vida, el valor de la entrega, la fe y la dignidad. Hoy quiero corresponder con lo que tú has sembrado: palabras de aliento, acompañamiento sincero y presencia, aunque sea en la distancia.
Sé que hay momentos en los que las palabras parecen insuficientes. Pero también sé que el corazón humano encuentra fuerza en los gestos solidarios, en la oración compartida, en los silencios acompañados y en el amor que se ha cultivado a lo largo del camino. Por eso, estimado y dilecto amigo Dr. Mario Olvera De Gasperín te envío no solo esta carta, sino también un abrazo fraterno, cálido, que te recuerde que un gran número de amigos y simpatizantes estamos contigo, con respeto y gratitud.
Dr. Mario, por favor no dude en acudir a mí si en algo puedo ser útil. Cuento con usted en mis pensamientos y oraciones, con la firme convicción de que su entereza y espíritu seguirán siendo luz para muchos.
Con todo mi respeto, afecto y apoyo,
Mtro. Arturo Pimentel Báez.