Nota por OMAR VÁZQUEZ VALENCIA
Cosoleacaque, Ver.- El probable “cobro de cuota” sería la principal línea de investigación que se sigue tras el crimen que costó la vida del empleado petrolero y dueño de la paletería “La Michoacana”, Carlos Alberto Wright Bencomo, de 46 años asesinado a manos de un sicario cuya edad no pasaría de los 15 años, según testigos.
El cuerpo de Carlos Alberto fue identificado y reclamado de manera legal por los dolientes que la noche del sábado llegaron al establecimiento de la calle López Mateos y Cuauhtémoc, de la colonia Gustavo Díaz Ordaz.
Y es que precisamente a esa zona, alrededor de las 22:00 horas, arribaba el conocido comerciante cuando un adolescente “vació ” el cargador de una pistola contra de la humanidad de quien fue recordado como un hombre emprendedor, buen vecino y “jefe de familia”.
Trascendió que presuntamente desde hace algún tiempo, supuestos integrantes de la delincuencia organizada pedían dinero a cambio de protección a los responsables de la paletería “La Michoacana”, a lo que encontraron negativas.
Todo hace pensar que en venganza se planeó el ataque directo contra del dueño del lugar, el que fue blanco de poco más de 15 disparos con base a los casquillos percutidos localizados en los alrededores del local.
El cadáver de Wright Bencomo fue depositado en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) donde fue identificado y reclamado de manera legal por los dolientes que no daban crédito a lo sucedido.
Hay que destacar que la colonia Díaz Ordaz, es considerada como un “foco rojo” en materia de inseguridad, plagado de bandas juveniles dedicadas al robo a casa habitación, asaltos a mano armada e incluso distribución de estupefacientes.
Además y de acuerdo con fuentes policíacas en últimas fechas han detectado “pelusas” término que se le brinda a quienes usurpan las funciones de otros grupos delincuenciales y extorsionan a nombre de cédulas del narcotráfico sin pertenecer a sus filas.
De allí se derivan la serie de homicidios que en lo general van enfocadas a sujetos en edad promedio de los 20 a 30 años, identificados como practicantes de estas operaciones.
Esto sin dejar de lado la disputa por el territorio entre las bandas organizadas y de alto élite en el mundo del narco.