José Vargas.
Minatitlán, Ver. — La ciudad petrolera, que alguna vez fue referente industrial en el sur de Veracruz, hoy se enfrenta a un panorama alarmante en materia de atención a emergencias: no cuenta con ambulancias operativas para dar respuesta inmediata a accidentes o urgencias médicas.
Aunque en el municipio existen instancias que deberían cubrir esa necesidad —como la base de Protección Civil y Bomberos del municipio, que dispone de una ambulancia, y la delegación de la Cruz Roja, con tres ambulancias— la realidad es distinta: ninguna de estas unidades puede ser utilizada.
En el caso de la Cruz Roja, las tres ambulancias están fuera de servicio. Pese a las campañas de colecta y los llamados de apoyo, las unidades permanecen inservibles. De acuerdo con versiones locales, los recursos recaudados habrían sido utilizados para fines distintos, incluso para campañas políticas.
La situación no es mejor en Protección Civil municipal. Aunque cuentan con una ambulancia, esta permanece inutilizada porque no hay personal capacitado para operarla, dejando a la población en una situación de vulnerabilidad extrema frente a accidentes automovilísticos y de motociclistas, que en Minatitlán registran una de las cifras más altas en el sur de Veracruz.
Ante el vacío institucional, han sido los elementos de Protección Civil y Bomberos del municipio vecino de Cosoleacaque quienes, desde hace al menos cuatro años, han tenido que cubrir los servicios de traslado y atención prehospitalaria en Minatitlán.
Mientras tanto, el Ayuntamiento no ha destinado recursos suficientes para enfrentar esta crisis silenciosa que se refleja en la pérdida de vidas humanas por la falta de una atención médica inmediata y oportuna.
El reflejo de un municipio que se marchita no solo está en su deterioro urbano, sino también en la incapacidad de garantizar lo más básico: la protección de la vida de sus ciudadanos.