Ciudad de México, 15 de septiembre de 2025. – El mundo del cine despide a uno de sus gigantes: Robert Redford, actor, director y productor que marcó generaciones, murió este lunes a los 89 años.
A lo largo de su carrera, participó en más de 50 películas, ganó un Oscar como mejor director por Gente corriente (Ordinary People, 1980) y se consolidó como un impulsor del cine independiente al fundar el prestigioso Festival de Sundance, escaparate para jóvenes cineastas de todo el mundo.
De California a la cima de Hollywood
Charles Robert Redford Jr. nació el 18 de agosto de 1936 en Santa Mónica, California. Su infancia estuvo marcada por la pérdida de su madre a temprana edad y una juventud rebelde, que lo llevó a integrarse en pandillas y a tener problemas con la ley.
Tras un breve paso por la Universidad de Colorado, donde destacó en el béisbol antes de ser expulsado, viajó a Europa para estudiar arte. Aquella experiencia le permitió ver a su país con una mirada crítica y, a su regreso, decidió probar suerte en la actuación.
Se formó en la Academia Estadounidense de Arte Dramático en Nueva York y comenzó con pequeños papeles en televisión y teatro, hasta brillar en Broadway con Descalzos en el parque, de Neil Simon, obra que luego llevaría al cine junto a Jane Fonda en 1967.
El salto a la fama
Su primer gran reconocimiento en cine llegó en 1965 con Inside Daisy Clover, que le valió un Globo de Oro a la nueva estrella del año. Sin embargo, fue Dos hombres y un destino (Butch Cassidy and the Sundance Kid, 1969), donde compartió créditos con Paul Newman, la película que lo catapultó a la fama internacional.
Durante la década de 1970 protagonizó cintas icónicas como Todos los hombres del presidente (1976), sobre el escándalo de Watergate, y El golpe (1973), ambas junto a Newman, consolidando una de las duplas más memorables del cine.
Director, activista y fundador de Sundance
Redford debutó como director con Gente corriente (1980), cinta que le otorgó el Oscar a mejor dirección y mejor película. Su interés por dar voz a propuestas alternativas lo llevó a crear el Festival de Cine de Sundance en Utah, que con el tiempo se convirtió en la plataforma más influyente del cine independiente estadounidense.
Por sus convicciones políticas liberales, muchos de sus proyectos reflejaron una mirada crítica hacia la sociedad y el poder. Pese a ser considerado un símbolo de atractivo físico, él mismo confesó que su apariencia más de una vez le jugó en contra y que prefería ser valorado por su trabajo artístico.
Un legado imborrable
Robert Redford no solo fue un rostro icónico de Hollywood, sino también un creador inquieto, un defensor del cine como arte y una voz que abrió caminos a nuevas generaciones de cineastas.
Su partida deja un vacío en la industria, pero también un legado de clásicos inolvidables y un festival que sigue marcando la pauta del cine independiente en el mundo.