CRÓNICAS, RELATOS Y LEYENDAS DE ATOYAC, VER.
23 de noviembre de 2025.
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La noche del día 7 de noviembre de 1948 había actividad en la casa de la familia Rivera Miguel, un pequeño cerdo ha sido sacrificado junto con un guajolote y varias gallinas, en el metate se muelen chiles y otras especies previamente asados al comal para preparar un rico mole, en otro lugar se pela el guajolote y las gallinas y se ponen a hervir, mientras tanto, se empieza a destazar el cochino, en una olla grande se ponen a hervir los frijoles.El día 8 muy de mañana, empieza la actividad, en una paila grande se fríen la carne del cerdo, en otra, se empiezan a freír los chicharrones y los cueritos, con la manteca de fríen los frijolitos y en grandes cazuelas se coce el arroz, mientras en la cazuela molera se mueve constantemente el mole, previamente habían llevado al molino de Toña "la molinera" el nixtamal con el cual se harán las tortillas.
Desde 1926 que en la Congregación El Molino se construyó la primera capilla para que los católicos tuvieran un lugar donde escuchar la palabra de Dios, fue dedicada a Cristo Rey, festividad instituida en 1925 por el Papa Pio XI denominada “Festum Domini Nostri Jesús Cristi Regis” y se celebraría el último domingo del mes de octubre.Aquella pequeña capilla fue creciendo poco a poco, administrada eclscialmente por la parroquia de Atoyac, en 1928 se amplio a una iglesia de madera con techo de lámina de cinc, en 1939 se coloca la primera piedra para construir un templo de mampostería el cual va a ser terminado alrededor de 1945.
En 1948 y con el respaldo de Monseñor Manuel Pio Lopez Estrada llega a la parroquia de Cristo Rey el sacerdote Gustavo García como el primer sacerdote permanente en nuestra parroquia.
El 7 de marzo de 1948, se bautizan los primeros niños que serán asentados en los libros de bautizos.

Durante los siguientes meses, el padre Gustavo empezó la catequesis para niños, jóvenes y adultos y prepararlos para recibir los sacramentos de primera comunión y la Confirmación, que se celebraría en la festividad de Cristo Rey a celebrarse en octubre de ese año.
Y como dice el refrán, “a cada santo se le llega su día” llegó la fecha esperada, 8 de octubre, en casa de la familia Rivera Miguel, Juanita, como cariñosamente la llamaban sus padres, se vestía de gala, su vestido blanco, su velo y sus zapatos blancos, lista para salir a la iglesia, ese día cerca de 20 niños y niñas se habían preparado para recibir el sacramento de la Confirmación con los catecismos del Padre Ripalda y de Pio X, donde aprendieron de memoria las oraciones, los sacramentos, las obras de misericordia, los dones del espíritu santo y otros temas como virtudes e asistir a misa.
Durante la misa, y después de la revocación de las promesas bautismales,el señor obispo llamo a los niños para ungirlos con el óleo crismal siendo la niña Juana Rivera Miguel la primera niña en recibir el sacramento de la confirmación y quedar asentada en el libro 1, foja 1 del libro de confirmaciones de la parroquia de Cristo Rey.
Al término de la misa, padres, padrinos e invitados fueron a la casa de la familia Rivera Miguel para convivir y saborear el sabroso mole con Guajolote para los padrinos y pollito para los invitados acompañados de un rico arroz, lego las carnitas y los chicharrones, los cueritos a medio freír, acompañados con frijolitos y salsas sin faltar las sabrosas tortillas de mano.
Para amenizar la comida, un cuarteto musical formado por 5 personas pero que a veces tocaban 3, se encarga de tocar las canciones de la época, lo conformaban, Mauricio Castillo Ortiz en la guitarra, Serafín Gómez Vera en el requinto, Santos Castillo Ortiz tocaba el acordeón, Víctor Castillo Ortiz primera voz y tocaba las maracas, completaba el grupo el Profesor Gustavo, posteriormente ellos mismos formaron el grupo musical los “Super locos”.
Créditos. Hugo Raciel Gómez Sánchez, Angel Guzmar Hernández Castillo, Raúl Leopoldo Trujillo Cortes, archivo parroquial de Cristo Rey y archivo e investigación personal.
Recopilador: Nazario Guadalupe Cebada Morales.



