Por Edgar Hernández*
En las próximas horas será retirada de la FGE Veracruz, Verónica Hernández Giadans a quien eventualmente le fincarán responsabilidades por omisión legal, aplicación sesgada de la ley en materia detenciones por encargo y estar ligada al crimen organizado.
Es señalada asimismo de estar colocada por organismos y asociaciones internacionales como la 26 peor Fiscal a nivel mundial, por no atender las recomendaciones, reclamos y citas hechas de la CNDH, mantener en prisión preventiva oficiosa a más de 2 mil personas y dar carta libre al huachicol.
Para suceder a Hernández Giadans se mencionan a dos, el diputado local Sergio Castañeda y la magistrada Lisbeth Jiménez.
Hernández Giadans quien, sin experiencia alguna fue designada por el Congreso local en mayo del 2020 como encargada de la Fiscalía en sustitución de Jorge Winckler y posteriormente ratificada, siempre se movió en medio de versiones de estar ligada familiarmente a los “Zetas”.
Ayer, sin embargo, en horas de la tarde fue enterada que tenía que dejar el cargo luego que el órgano legislativo presentó por escrito las irregularidades arriba mencionadas.
De meses atrás, acaso desde el arranque de la actual administración, la poca simpatía a su gestión se hizo manifiesta lo cual hizo que la labor Hernández Giadans transcurriera en la mayor de las opacidades.
Se le respetó, pero se comprobó que su quehacer estuvo ligado a intereses insanos del gobierno del atarantado Cuitláhuac García, a través del fiero represor, el Secretario de Gobierno, Erick Cisneros, vinculado a Carteles delincuenciales.
Ha trascendido que en el curso de este martes 25 de noviembre se oficializará la salida de la Fiscal quien ya desde anoche empezó a retirar sus pertenencias y a despedirse de su personal más cercano. Bien sabía Hernández Giadans que nunca fue aceptada en el grupo de Nahalistas y que la propia gobernadora ya tenía un par de prospectos para sustituirla.
Desde que fue enterada la funcionaria saliente no mostró resistencia alguna a su permanencia. De hecho, a sus allegados comentó que regresaría a la Notaria de donde salió antes de ser nombrada Fiscal.
A Hernández Giadans esperan días complicados ya que al igual que Winkler incumplió el mandato constitucional por no contar con certificación, revalidación y registro correspondientes para estar en del cargo.
Simplemente se brincó la ley como se brincó al Congreso.
Ello al igual que siempre respondió al mandato del ejecutivo contraviniendo el espíritu de la Fiscalía que de origen estaba obligado a mantener la independencia del gobierno en la aplicación imparcial de la ley.
A ello justamente se debió el mandato transexenal de ocho años.
El signo de Verónica fue la consumación de venganzas políticas, aprehensiones arbitrarias, el no responder incluso a organismos internacionales que en repetidas ocasiones le demandaron el respeto a los derechos humanos y, lo más grave, dar tránsito libre al huachicol que nunca combatió, simplemente fue omisa.
Durante su gestión el Huachicol y el Huachicol Fiscal sentaron su imperio sin que la Fiscal y la policía Fiscal movieran un dedo para combatirlo.
Hernández Giadans podría, por tanto, ser eventualmente huésped de Pacho.
Tiempo al tiempo.



