Madrid, España. — Durante años, víctimas de pederastia cometida por miembros del clero no solo cargaron con el daño físico y emocional, sino también con una obligación fiscal impensable: pagar impuestos por las indemnizaciones que recibían como reparación. Esta situación cambió oficialmente luego de que el Senado de la República aprobara una moción para que dichas compensaciones queden exentas del Impuesto sobre la Renta (IRPF).
La decisión marca un paso fundamental en el reconocimiento del daño sufrido por las víctimas, al eliminar una carga económica que reducía de forma significativa los montos entregados como parte de los mecanismos de reparación.
Las indemnizaciones comenzaron a otorgarse en años recientes a través de esquemas establecidos entre autoridades y la Iglesia, con montos que varían según la gravedad de los casos. Sin embargo, al ser considerados ingresos, muchas víctimas se vieron obligadas a tributar ante Hacienda, perdiendo parte del dinero destinado a su recuperación y atención.
Con la aprobación de esta medida, las compensaciones ya no serán sujetas de gravamen, lo que permitirá que las víctimas reciban el monto íntegro que les corresponde.
La moción fue respaldada por la mayoría de los grupos parlamentarios, en una votación que refleja un cambio en la visión institucional sobre la reparación del daño en delitos de esta gravedad. Para colectivos de sobrevivientes, la exención representa un acto mínimo de justicia frente a un largo historial de omisiones y obstáculos.
Además de la reparación económica, organizaciones civiles han reiterado la necesidad de fortalecer el acompañamiento psicológico, médico y legal para quienes vivieron estos abusos, así como garantizar que los procesos de indemnización sean claros, accesibles y sin retrasos.
La decisión del Senado sienta un precedente en materia de derechos de las víctimas y abre la puerta a nuevas demandas de reparación integral, donde el Estado no solo reconozca el daño, sino que evite cualquier forma de revictimización institucional.



