
“Cuando preguntar lo evidente incomoda a la clase política”
El creador de contenido Proyecto Escolar, identificado en redes sociales como Marco Abarca, ha encendido un intenso debate sobre la rendición de cuentas en México tras realizar una serie de entrevistas directas a legisladores dentro de la Cámara de Diputados y el Senado de la República. Su propuesta: hacer preguntas fuera de los temas tradicionales, pero que reflejan la curiosidad y preocupación ciudadana sobre los hábitos, prioridades y responsabilidades de los representantes públicos.
Durante sus recorridos por los pasillos de San Lázaro y la Cámara Alta, Abarca confrontó a figuras como el senador Alejandro “Alito” Moreno y la diputada Margarita Zavala con cuestionamientos que rápidamente se viralizaron en redes. Entre ellos estuvo la polémica pregunta dirigida al senador priista: “¿Cuánto le ha costado a los mexicanos tu bótox?”, una frase que no busca ridiculizar, sino poner sobre la mesa el tema de la imagen pública y el uso de recursos, en un contexto donde la transparencia es una demanda recurrente de la ciudadanía.
Además de cuestiones personales como preferencias literarias o comentarios sobre la vida privada de algunos legisladores —como el caso de Zavala y referencias a su esposo, el expresidente Felipe Calderón— el proyecto también abordó temas sobre desempeño político, tales como la labor parlamentaria de Sergio Mayer y la percepción de algunos políticos como parte de una “vieja guardia”.
Aunque estas preguntas incomodaron a varios entrevistados, e incluso llevaron a que Abarca fuera expulsado de las instalaciones legislativas por no contar con acreditación oficial, la respuesta del influencer fue clara: su intención no es únicamente provocar, sino recordar a los funcionarios que su autoridad es temporal y proviene de la ciudadanía, que tiene derecho a cuestionar y no solo a recibir discursos protocolarios.
Los videos de Proyecto Escolar han sumado millones de vistas en plataformas como Instagram, TikTok y YouTube, donde miles de usuarios han expresado su apoyo a la iniciativa, celebrando que alguien se atreva a llevar preguntas que muchos ciudadanos se plantean pero viven fuera del escrutinio mediático tradicional.
Más allá de la polémica, este ejercicio pone en evidencia una demanda social creciente por mayor transparencia, cercanía y responsabilidad por parte de quienes ocupan cargos públicos. En un contexto donde la interacción entre representantes y representados suele ser formal y controlada, iniciativas como Proyecto Escolar amplifican la voz popular y recuerdan que los políticos deben estar preparados —y dispuestos— a responder a la ciudadanía de manera honesta y directa.



