Por Ambrosio Pablo Hernández
Xalapa, Ver.- México está en riesgo de convertirse en un país de salarios mínimos, debido a que los salarios contractuales han sido rebasados por los incrementos al salario mínimo, lo que ha generado una distorsión que afecta directamente el ingreso real de las y los trabajadores, advirtió María de Jesús Rodríguez Vázquez, secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Auténtica de Trabajadores de la República Mexicana (CAT).
Durante reuniones de trabajo con organizaciones sindicales afiliadas a esta central obrera, la dirigente explicó que, si bien los aumentos al salario mínimo son positivos en apariencia, en la práctica han provocado que cada vez más trabajadores perciban únicamente el mínimo o apenas unos pesos por encima, lo que impacta en su carga fiscal.
Recordó que en años anteriores había menos personas que ganaban el salario mínimo y una mayor proporción de trabajadores contaba con salarios contractuales superiores; sin embargo, actualmente —dijo— pareciera que el número de personas que perciben el mínimo ha crecido entre un 200 y 300 por ciento, mientras que los salarios contractuales apenas lo superan por cinco o diez pesos.
“Eso provoca que el trabajador pague más impuestos y que el aumento salarial ya no se vea reflejado en su economía. En el fondo, nos estamos convirtiendo en un país de salario mínimo”, señaló.
Rodríguez Vázquez explicó que, aunque las tablas salariales se han incrementado, no se ha ajustado de manera adecuada el subsidio al salario, lo que provoca que una mayor parte del ingreso sea absorbida por el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
“Si no se ajustan las tablas de subsidio, lo que el trabajador gana por un lado se lo quitan por otro. El supuesto aumento termina siendo un beneficio fiscal y no para el trabajador”, afirmó.
Añadió que actualmente todas las prestaciones están gravadas, como el aguinaldo, vacaciones, prima vacacional, despensa y vales de despensa, lo que ha generado un creciente descontento entre la clase trabajadora.
Puso como ejemplo el pago reciente de aguinaldos, donde la ley establece una exención limitada —hasta aproximadamente 2 mil 365 pesos—, pero advirtió que cuando se suman otras prestaciones como bonos navideños o vales, el monto total se grava, provocando que al trabajador se le retenga una cuarta parte o incluso hasta la mitad de su aguinaldo.
“Eso genera una enorme molestia, porque el trabajador siente que su esfuerzo de todo el año se diluye en impuestos”, subrayó.
Finalmente, la lideresa de la CAT hizo un llamado a las autoridades fiscales para revisar y ajustar las tablas de subsidio al salario, a fin de que los incrementos salariales realmente se traduzcan en una mejora en la calidad de vida de las y los trabajadores del país.



