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*Algo para recordar del fútbol
*Colección de oro No. 2; noviembre 1962
*Gracias capitán Díaz Mori QEPD
Por Noé Flores Cortés
Siguiendo con la cuarentena y echándonos un clavado a la historia del futbol mexicano, no sin antes agradecer (lo haré toda la vida) a mi amigo capitán Díaz Mori QEPD, padre de dos grandes amigos, José y Gery, vamos a recordar aquel número dos de la revista FUTBOL Colección de Oro, cuya portada fue para un grande Antonio “La Tota” Carbajal, el cinco copas.
Pero en esa revista, también se publicó el proyecto del estadio Azteca, con Guillermo Cañedo al frente como presidente del América y de la Federación Mexicana de Futbol; el objetivo, lograr la sede del IX Campeonato Mundial para 1970, donde Brasil ganó la Copa Jules Rimet.
En una maqueta fue presentado lo que es el estadio Azteca, donde decían que sería el más funcional del mundo, contará con los adelantos más modernos, su alumbrado será más potente que el del Barcelona de España y su capacidad será para 125 mil espectadores.
La firma del compromiso de construcción del coloso de Santa Ursula presidida por Adolfo Zavater, Edgar M. Elwes, Daniel Ruiz Fernández, los señores Garza, Azcárraga y Miguel Ramírez entre otros.
Desde los viejos tiempos del Parque Unión, en lo que hoy es el monumento a La Revolución, del antiguo España de la Verónica, del Parque Asturias de la Reforma y del vetusto que está en el Chavacano, nunca se había dado el caso de construir un nuevo parque de futbol y para el fútbol.
En esa nota describieron que el estadio Azteca sería el más funcional del mundo, que se podría desalojar en 15 minutos; sus rampas y sus vías de comunicación serían las más rápidas para llegar al centro de la ciudad; el aficionado pobre y rico, podrán tomarse una cervecita o refresco en un ambiente acogedor y lleno de colorido que huela a fútbol.
Se dijo que habría facilidad para comprar boletos y quienes adquieran a perpetuidad (100 años), palco o platea, podrán gozar del espectáculo sin contratiempos; destacaron que la visibilidad desde cualquier ángulo será la mejor a pesar de la capacidad del estadio de 125 mil almas; con refresquerías y restaurantes. En fin, que el estadio Azteca, pronto será una bella realidad par bien del futbol mexicano y destacaron que Guillermo Cañedo, cumplió.
PARRANDAS Y GOLES; PIRATA FUENTE
Había trivias en esa revista FUTBOL época de Oro; como también apareció un reportaje sobre Luis de la Fuente, el popular “Pirata” donde se hizo mención de sus goles y sus parrandas, pero lo definen como un Crack de Oro.
En esas notas de aquel 1962 se escribían verdaderos poemas, donde relatan que don Pepe Sandra, un español “adoptó” a Luis de la Fuente y a su inseparable amigo Manolo Alonso, compadres de escuela, fuga y pastelería.
Luis de la Fuente jugó para el España, después fue refuerzo del América y con un gol de cabeza le dio el triunfo a su equipo y le valió ser seleccionado para ir a Roma a la Copa del Mundo en 1934, donde se codeo con de inmortales de aquella época como, Carreño, El Diente, Laviada, El Calavera, de Azpiri y Camarena para afirmar por siempre su clase indiscutible de futbolero grande.
Tiraba a gol desde cualquier ángulo, con una pierna o con la otra,remataba de cabeza, de tijera, de palomita endemoniada, de media vuelta asesina; pasaba por arriba y por abajo; paraba el balón con el pecho, con el muslo, con la eléctrica punta misma de su botín inteligente. Corría 90 minutos o 90 horas, con igual paso frenético, terco, indetenible y cuando se hacía preciso sabía también –como un Jack Dempsey de bigotillo insolente–, tumbar contrarios remilgosos repartiendo la leña más fantástica que sobre un campo de fútbol se ha visto.
LA PARRANDA Y LA JUERGA
Adoro es cierto la parranda larga, larga, pero salía al campo a curarse la intoxicación pavorosa, con el maravilloso de un partido de garra, de varios goles de antología y de un campeonato orgulloso en la bolsa tranquila.
EN ESPAÑA
Aunque a México no le fue bien en el Mundial de Roma, con Luis “Pirata” Fuente, éste se quedó a jugar en España con el Racing de Santander con quien tuvo una tarde (quizá muchas), memorable ante el Real Madrid dejando sembrados en el pasto a grandes como Ciriaco y Quincoces para batir al portero “divino” Ricardo Zamora, el mejor portero de todos los tiempos con un tiro que se escapó de las uñas del guardameta, gracias al efecto del disparo.
Con la guerra civil, regresó a México y se enroló en las filas del América, pegó el salto a El Salvador a los Juegos Centroamericanos en 19346; con el España peleó duramente ante el Botafogo, sumó coronas y mas coronas y se dejó llevar al fútbol argentino,donde jugó para el Vélez Sarfield, donde arrolló al Independiente de Avellaneda y su diablo mayor Arsenio Erico; pero los ches no le pagaron; empeñó sin permiso varios objetos propiedad del club y volvió a México, donde tuvo una dulce venganza jugando ante el San Lorenzo de Almagro a quien venció con un golazo.
Pasó al Marte y cuando la Liga Mayor creció pasó a su último equipo el Veracruz donde con los Tiburones Rojos de su tierra dejó constancia de su calidad y cuando el equipo de sus amores se hizo nada (como ahora), Luis “Pirata” Fuente colgó la camiseta sudorosa y brillante, abandonó los campos y cerró los oídos a las ovaciones nostálgicas.
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