José Vargas.
Catemaco, Veracruz.- Avanza la edificación del primer templo en México dedicado a Lucifer, un proyecto liderado por Enrique Marthen Berdón, conocido como el “Brujo Mayor” de la región. La construcción se encuentra dentro del centro ceremonial El Ahijado, ubicado en la colonia Paraíso.
A través de sus redes sociales, Marthen Berdón compartió imágenes de los avances del templo y agradeció los donativos que han permitido financiar la obra.
“Poco a poco, un paso a la vez vamos avanzando con este enorme pero satisfactorio proyecto, la Primer Gran Iglesia de Lucifer. Gracias a todos por cada uno de sus donativos. Recuerden que todos los donativos valen y es una forma de seguir defendiendo nuestras creencias”, publicó en redes sociales.
Un templo sin precedentes en América
Este santuario, que se proyecta como el más grande de su tipo en América, tendrá una estructura de 20 por 20 metros con capacidad para albergar a aproximadamente 400 personas. Su diseño incluye dos torres con una estética inspirada en los castillos medievales, y en su interior contará con figuras de Lucifer, Bafomet y Lilith, entre otras entidades veneradas dentro de esta creencia.
Hasta el momento, la construcción ha requerido una inversión de alrededor de 900 mil pesos, y se estima que el costo total alcanzará los 4.5 millones de pesos. Los fondos provienen en su mayoría de donaciones de seguidores y personas interesadas en este culto.
Un proyecto de más de una década
Marthen Berdón, de 60 años, asegura que la idea de construir este templo surgió hace 15 años, durante una estancia en Estados Unidos, cuando tuvo un sueño revelador que lo impulsó a iniciar este ambicioso proyecto.
A lo largo de los años, la obra ha enfrentado fuertes críticas, especialmente de sectores religiosos, pero el Brujo Mayor ha defendido su iniciativa argumentando que no busca promover el odio ni el rencor, sino el respeto a la vida y la convivencia pacífica.
Primera misa en honor a Lucifer
Se espera que el templo esté terminado a finales de 2025, con la intención de celebrar la primera misa en honor a Lucifer en marzo del próximo año, coincidiendo con el tradicional “Día de los Brujos” en Catemaco.
Cada año, este evento atrae a cientos de visitantes interesados en rituales esotéricos y prácticas místicas, consolidando a Catemaco como un referente del misticismo y la brujería en México.
La construcción del templo ha generado división de opiniones en la comunidad. Mientras algunos lo consideran una expresión legítima de libertad religiosa, otros lo ven como una iniciativa contraria a las tradiciones predominantes en la región.
Lo cierto es que este proyecto ha puesto nuevamente a Catemaco en el ojo público, reafirmando su papel como capital del esoterismo en México y abriendo el debate sobre la diversidad de creencias en el país.