Juan Manuel Jiménez García | Alerta MX
Las Choapas, Veracruz
Una familia de la colonia México vivió momentos de pánico y angustia la noche del domingo, luego de que elementos de diferentes corporaciones de seguridad irrumpieran violentamente en su vivienda tras cometer un presunto error de ubicación durante un cateo.
De acuerdo con los testimonios de los afectados, los hechos ocurrieron alrededor de las 21:00 horas en un domicilio ubicado en la calle Tabasco, donde un adolescente de 13 años se encontraba solo, escuchando música en su celular. Sin previo aviso, la casa fue rodeada por elementos de la Policía Estatal, Agentes Ministeriales, personal de la Marina, Guardia Nacional y personal de la Fiscalía General del Estado.
Los uniformados ingresaron a la vivienda derribando la puerta principal y, sin mostrar orden judicial alguna, encañonaron y esposaron al menor, a quien también le cubrieron el rostro mientras lo interrogaban sobre armas y drogas que presuntamente se encontraban en el lugar. Durante el cateo, los agentes causaron severos destrozos al interior de la vivienda, dejando en completo desorden las habitaciones.
Posteriormente, al darse cuenta de que se habían equivocado de domicilio, los oficiales retiraron las esposas del menor y le permitieron comunicarse con sus padres, quienes se encontraban realizando compras fuera del hogar.
“Un error imperdonable”
Eradio Ventura, padre del menor, relató que a su llegada los elementos trataron de justificar su error argumentando que el GPS los había guiado a ese domicilio. Según declaró, únicamente una funcionaria —una perito de la Fiscalía— ofreció disculpas por lo sucedido. “Violaron la paz de nuestro hogar. Nadie se hace responsable”, señaló visiblemente indignado.
Por su parte, Jovita Olán, madre del adolescente, expresó su profunda preocupación y temor. “Sentí mucho miedo por mi hijo que estaba solo. También es muy doloroso ver tu casa destruida, saber que personas armadas entraron sin motivo, sin respeto a tu privacidad y sin hacer bien su trabajo”, lamentó.
Según relataron los padres, los jefes del operativo incluso les habrían solicitado firmar un papel en blanco con la intención de evitar responsabilidades legales por los daños y el abuso cometido, lo que agravó aún más la indignación de la familia.
Fiscalía se niega a recibir denuncia
La situación se tornó aún más preocupante cuando los padres del menor acudieron a la Fiscalía para interponer una denuncia formal por los hechos y, según denunciaron, no se les permitió levantar el reporte, sin que se les diera alguna explicación al respecto.
En redes sociales, diversos ciudadanos han compartido testimonios sobre cateos similares en la ciudad, lo que ha generado alarma y críticas por la aparente improvisación y falta de rigor en las investigaciones que derivan en estos operativos.
Exigen justicia y alto a los abusos
Los afectados hicieron un llamado urgente a la gobernadora Rocío Nahle García y a la fiscal general del estado, Verónica Hernández Giadáns, para que se investigue a fondo este caso y se sancione a los responsables.
“Esto no puede quedar impune. Se trató de un error grave, de una violación a nuestros derechos como familia. ¿Y si hubieran disparado? ¿Si mi hijo no hubiera salido con vida?”, cuestionó el padre.
El caso ha encendido nuevamente el debate sobre los abusos de autoridad y la falta de protocolos claros durante los cateos, así como la urgencia de revisar los mecanismos de actuación de las fuerzas de seguridad en Veracruz.