“… conspiran contra Estados Unidos” *
Jorge Salazar García. 7/09/2025
El pasado 3 de septiembre China, al conmemorar su victoria en 1945 sobre el ejército invasor japonés, se mostró al mundo como una potencia en alerta. En la Plaza Tiananmen Xi Jinping (XJ) presidió, junto con los presidentes de Rusia y Corea del Norte, esa conmemoración portando una vestimenta igual a la usada, en esa misma plaza, por Mao Zedong (MZ), fundador del partido comunista (1921) y de la Republica Popular China (1949). La vestimenta, el despliegue de misiles nucleares, la presencia de Putin (VP) y de Kim Jong-un, enviaron un mensaje geopolítico. Pues siendo Mao el símbolo de la resistencia frente a los invasores extranjeros, China le recuerda a Occidente (Estados Unidos principalmente) sus palabras pronunciadas en aquel momento. Mao dijo que China sólo establecería relaciones diplomáticas con los gobiernos que respetaran “los principios de igualdad, beneficio mutuo y respeto mutuo de la integridad territorial y la soberanía.” Esto cobra mayor relevancia tomando en cuenta aquella reunión de Putín, Xi Jinping y Narendra (India) realizada dos días antes en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái que configura un mundo multipolar. Ambos eventos alertaron tanto a EE.UU, que Trump respondió en redes, y dirigiéndose a XJ se quejó: “…dé mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y a Kim Jong-un, que, como usted, conspiran contra Estados Unidos”. ¿Cómo y partir de cuándo China se convirtió en una amenaza para EE.UU? El siguiente texto es un intento de respuesta.
Punto de inflexión
Algunos ubican el inicio de la transformación China en la fundación del Partido Comunista y otros en la expulsión del ejército japonés. Incluidos los anteriores eventos, la mayoría de historiadores señalan como punto de quiebre la gesta heroica conocida como “La Gran Marcha”, protagonizada por el Ejercito Rojo entre 1934 y 1936. Los tres acontecimientos fueron determinantes para hacer de China lo que es hoy. Un dato crucial de ese proceso histórico refiere que China pasó directamente del feudalismo al comunismo, sistema que hizo posible, en tan sólo 76 años, su acelerado desarrollo. Para ello fue necesaria la Revolución encabezada por MZ y sus camaradas quienes sabiamente, con pragmatismo y eficiencia reconstruyeron su país de la mano de campesinos y obreros a lo largo y ancho de sus 9.5 km2 de territorio. Instaurando un socialismo con reglas de mercado establecidas por el Estado que privilegia el interés social antes que el privado, los 1400 millones de chinos tienen actualmente asegurada la educación, salud, comida, techo y trabajo. Allá no existe el analfabetismo, ningún niño se muere de hambre o enfermedades curables y la pobreza extrema la han desterrado. Su desarrollo comercial y tecnológico supera en ciertas áreas a EE.UU que la ve como enemiga a vencer y destruir.
Mayas y Chinos.
México ha sido víctima permanente de los yanquis, su agresividad se ha intensificado últimamente y, sin duda, tiene que ver con el mercado, energéticos y minerales que hoy le disputa China. Su guerra la encamina hacia quienes hablen de defender territorio, recursos naturales y soberanía. ¿Acaso teme que México se convierta en una potencia como China?
Probablemente los EE.UU no ignore que los chinos estuvieron en Mesoamérica antes que los españoles. Incluso deben saber que los mayas, además de no ser derrotados totalmente por los conquistadores, comparte rasgos físicos, culturales y cosmogónicos. Y dado que nuestro origen se encuentra en una de las 7 culturas madres (Sumeria, Egipcia, Andinas, Cretense, Mesoamericanas, la China y la Olmeca) que parieron a todas las demás, nuestra cosmogonía coincide con la oriental. Por ejemplo, se atribuye a Hu Chundong, académico de la universidad de Beijing, haber encontrado 100 palabras coincidentes en pronunciación y significado con el chino antiguo, tales como: amargo (Ka), canción (Kai), cuchillo (Tau, Ta), Barriga (Taa). También comparten el uso del jade, ADN, el chamanismo y artesanías. Igual asombran la similitud de elementos matemáticos y astronómicos de sus calendarios: determinaron 4 puntos cardinales y 4 elementos del universo (tierra, fuego, aire y agua). Y lo más trascendente, mayas (zapatistas) y chinos comparten esa característica propia de los pueblos indomables: oponer resistencia al despojo, el vasallaje y la explotación.
La Gran Marcha
Durante siglos, naciones orientales y occidentales invadieron, saquearon, envenenaron (guerras del opio) sometieron y masacraron al pueblo chino. China fue un botín para Inglaterra, Rusia, Alemania, Hungría, Austria, Estados Unidos, Italia; pero es la invasión japonesa (1931) apoyada por occidente para detener la expansión del comunismo, la que motiva la rebelión de masas que hizo posible la liberación. Existe una gesta reseñada en la antología de textos de escritores socialistas chinos, Mao Zedong incluido, publicada en 2015 que muestra el acrisolamiento popular: nos referimos a “La Gran Marcha”.
Origen
Los imperialistas-capitalistas temían que los campesinos y obreros se unieran para defender su derecho a existir. Financiaban al poder formal chino representado por Chiang Kai-shek*, personaje anticomunista, corrupto, apátrida y sumamente cruel contra quienes comenzaba a aceptar las ideas comunistas. China estaba dividida en dos frentes: el Ejército Rojo de Obreros y Campesinos (EROC) encabezado por Mao y el Ejército Nacional Revolucionario (ENR, Kuomitan, ejercito nacionalista) de Chiang Kai. Por esa causa el ejército japonés logró dominar casi la mitad de China.
Los burgueses nacionalistas y capitalistas extranjeros urgieron a Chiank Kai-shek, acabar con la amenaza comunista. Obediente, el títere rodeó en 1934 con 400 mil efectivos al EROC eliminando a la mitad de sus 80 mil efectivos; el resto logró abrir una brecha y escapar. Los sobreviviente, refugiándose en las montañas, inician una guerra de guerrillas. Durante dos años fueron perseguidos, cercados, emboscados, bombardeados, interceptados a lo largo de 12,500 kilómetros. El EROC pudo superar la embestida centrándose en tres ejes de acción: Revolución campesina antifeudal; Revolución democrática, antiburguesa y Revolución socialista, antiimperial y haciendo una guerra de guerrillas centrada en tres tareas básicas: combatir, producir y formación de masas. Sobre las tácticas de lucha guerrillera Mao enseñaba: “cuando el enemigo avanza, retrocedemos; cuando acampa, lo hostigamos; cuando se fatiga, lo atacamos; cuando se retira, lo perseguimos; cuando nos persigue damos rodeos amagando en el este y atacando por el oeste”. Así liberaron grandes regiones, reorganizaron pueblos y capturaron lugares estratégicos del enemigo. Allí donde llegaban organizaban consejos populares, distribuían la tierra y creaban sistemas de justicia propios, de tal modo que sus bases de apoyo crecían.
Ejército Rojo triunfante
Cuando los pueblos se rebelaban contra el tirano nacionalista o japonés eran reprimidos brutalmente. Para retenerlos les decían que el EROC les quitaría sus bienes. Los que huían hacia los cerros, reflexionando que no tenían nada que perder, se unían al EROC que los recibía diciéndoles: “Igual que ustedes, antes también éramos oprimidos y explotados. Como no pudimos soportar más la opresión reaccionaria de los terratenientes y la burguesía, y para poder seguir viviendo, nos incorporamos al Ejército Rojo”. Una vez formalizada la incorporación y reconquistada su aldea, se liberaba a quienes fueron encarcelados por no entregar a sus mujeres, no obedecer las leyes ni pagar impuestos al Kuomitang. Les daban plata, abrían los graneros y los curaban.
Finalmente en 1936 gran parte del ejercito rojo llega a Juining culminando exitosamente esa gran marcha que hizo indomables a los comunistas. La victoria definitiva no llegaría sino hasta 1949. Chiang Kai-shek huye a refugiarse en Taiwán hasta su muerte en 1975…
China y el nuevo orden geopolítico.
“… conspiran contra Estados Unidos” *
Jorge Salazar García. 7/09/2025
El pasado 3 de septiembre China, al conmemorar su victoria en 1945 sobre el ejército invasor japonés, se mostró al mundo como una potencia en alerta. En la Plaza Tiananmen Xi Jinping (XJ) presidió, junto con los presidentes de Rusia y Corea del Norte, esa conmemoración portando una vestimenta igual a la usada, en esa misma plaza, por Mao Zedong (MZ), fundador del partido comunista (1921) y de la Republica Popular China (1949). La vestimenta, el despliegue de misiles nucleares, la presencia de Putin (VP) y de Kim Jong-un, enviaron un mensaje geopolítico. Pues siendo Mao el símbolo de la resistencia frente a los invasores extranjeros, China le recuerda a Occidente (Estados Unidos principalmente) sus palabras pronunciadas en aquel momento. Mao dijo que China sólo establecería relaciones diplomáticas con los gobiernos que respetaran “los principios de igualdad, beneficio mutuo y respeto mutuo de la integridad territorial y la soberanía.” Esto cobra mayor relevancia tomando en cuenta aquella reunión de Putín, Xi Jinping y Narendra (India) realizada dos días antes en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái que configura un mundo multipolar. Ambos eventos alertaron tanto a EE.UU, que Trump respondió en redes, y dirigiéndose a XJ se quejó: “…dé mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y a Kim Jong-un, que, como usted, conspiran contra Estados Unidos”. ¿Cómo y partir de cuándo China se convirtió en una amenaza para EE.UU? El siguiente texto es un intento de respuesta.
Punto de inflexión
Algunos ubican el inicio de la transformación China en la fundación del Partido Comunista y otros en la expulsión del ejército japonés. Incluidos los anteriores eventos, la mayoría de historiadores señalan como punto de quiebre la gesta heroica conocida como “La Gran Marcha”, protagonizada por el Ejercito Rojo entre 1934 y 1936. Los tres acontecimientos fueron determinantes para hacer de China lo que es hoy. Un dato crucial de ese proceso histórico refiere que China pasó directamente del feudalismo al comunismo, sistema que hizo posible, en tan sólo 76 años, su acelerado desarrollo. Para ello fue necesaria la Revolución encabezada por MZ y sus camaradas quienes sabiamente, con pragmatismo y eficiencia reconstruyeron su país de la mano de campesinos y obreros a lo largo y ancho de sus 9.5 km2 de territorio. Instaurando un socialismo con reglas de mercado establecidas por el Estado que privilegia el interés social antes que el privado, los 1400 millones de chinos tienen actualmente asegurada la educación, salud, comida, techo y trabajo. Allá no existe el analfabetismo, ningún niño se muere de hambre o enfermedades curables y la pobreza extrema la han desterrado. Su desarrollo comercial y tecnológico supera en ciertas áreas a EE.UU que la ve como enemiga a vencer y destruir.
Mayas y Chinos.
México ha sido víctima permanente de los yanquis, su agresividad se ha intensificado últimamente y, sin duda, tiene que ver con el mercado, energéticos y minerales que hoy le disputa China. Su guerra la encamina hacia quienes hablen de defender territorio, recursos naturales y soberanía. ¿Acaso teme que México se convierta en una potencia como China?
Probablemente los EE.UU no ignore que los chinos estuvieron en Mesoamérica antes que los españoles. Incluso deben saber que los mayas, además de no ser derrotados totalmente por los conquistadores, comparte rasgos físicos, culturales y cosmogónicos. Y dado que nuestro origen se encuentra en una de las 7 culturas madres (Sumeria, Egipcia, Andinas, Cretense, Mesoamericanas, la China y la Olmeca) que parieron a todas las demás, nuestra cosmogonía coincide con la oriental. Por ejemplo, se atribuye a Hu Chundong, académico de la universidad de Beijing, haber encontrado 100 palabras coincidentes en pronunciación y significado con el chino antiguo, tales como: amargo (Ka), canción (Kai), cuchillo (Tau, Ta), Barriga (Taa). También comparten el uso del jade, ADN, el chamanismo y artesanías. Igual asombran la similitud de elementos matemáticos y astronómicos de sus calendarios: determinaron 4 puntos cardinales y 4 elementos del universo (tierra, fuego, aire y agua). Y lo más trascendente, mayas (zapatistas) y chinos comparten esa característica propia de los pueblos indomables: oponer resistencia al despojo, el vasallaje y la explotación.
La Gran Marcha
Durante siglos, naciones orientales y occidentales invadieron, saquearon, envenenaron (guerras del opio) sometieron y masacraron al pueblo chino. China fue un botín para Inglaterra, Rusia, Alemania, Hungría, Austria, Estados Unidos, Italia; pero es la invasión japonesa (1931) apoyada por occidente para detener la expansión del comunismo, la que motiva la rebelión de masas que hizo posible la liberación. Existe una gesta reseñada en la antología de textos de escritores socialistas chinos, Mao Zedong incluido, publicada en 2015 que muestra el acrisolamiento popular: nos referimos a “La Gran Marcha”.
Origen
Los imperialistas-capitalistas temían que los campesinos y obreros se unieran para defender su derecho a existir. Financiaban al poder formal chino representado por Chiang Kai-shek*, personaje anticomunista, corrupto, apátrida y sumamente cruel contra quienes comenzaba a aceptar las ideas comunistas. China estaba dividida en dos frentes: el Ejército Rojo de Obreros y Campesinos (EROC) encabezado por Mao y el Ejército Nacional Revolucionario (ENR, Kuomitan, ejercito nacionalista) de Chiang Kai. Por esa causa el ejército japonés logró dominar casi la mitad de China.
Los burgueses nacionalistas y capitalistas extranjeros urgieron a Chiank Kai-shek, acabar con la amenaza comunista. Obediente, el títere rodeó en 1934 con 400 mil efectivos al EROC eliminando a la mitad de sus 80 mil efectivos; el resto logró abrir una brecha y escapar. Los sobreviviente, refugiándose en las montañas, inician una guerra de guerrillas. Durante dos años fueron perseguidos, cercados, emboscados, bombardeados, interceptados a lo largo de 12,500 kilómetros. El EROC pudo superar la embestida centrándose en tres ejes de acción: Revolución campesina antifeudal; Revolución democrática, antiburguesa y Revolución socialista, antiimperial y haciendo una guerra de guerrillas centrada en tres tareas básicas: combatir, producir y formación de masas. Sobre las tácticas de lucha guerrillera Mao enseñaba: “cuando el enemigo avanza, retrocedemos; cuando acampa, lo hostigamos; cuando se fatiga, lo atacamos; cuando se retira, lo perseguimos; cuando nos persigue damos rodeos amagando en el este y atacando por el oeste”. Así liberaron grandes regiones, reorganizaron pueblos y capturaron lugares estratégicos del enemigo. Allí donde llegaban organizaban consejos populares, distribuían la tierra y creaban sistemas de justicia propios, de tal modo que sus bases de apoyo crecían.
Ejército Rojo triunfante
Cuando los pueblos se rebelaban contra el tirano nacionalista o japonés eran reprimidos brutalmente. Para retenerlos les decían que el EROC les quitaría sus bienes. Los que huían hacia los cerros, reflexionando que no tenían nada que perder, se unían al EROC que los recibía diciéndoles: “Igual que ustedes, antes también éramos oprimidos y explotados. Como no pudimos soportar más la opresión reaccionaria de los terratenientes y la burguesía, y para poder seguir viviendo, nos incorporamos al Ejército Rojo”. Una vez formalizada la incorporación y reconquistada su aldea, se liberaba a quienes fueron encarcelados por no entregar a sus mujeres, no obedecer las leyes ni pagar impuestos al Kuomitang. Les daban plata, abrían los graneros y los curaban.
Finalmente en 1936 gran parte del ejercito rojo llega a Juining culminando exitosamente esa gran marcha que hizo indomables a los comunistas. La victoria definitiva no llegaría sino hasta 1949. Chiang Kai-shek huye a refugiarse en Taiwán hasta su muerte en 1975…
“… conspiran contra Estados Unidos” *
Jorge Salazar García. 7/09/2025
El pasado 3 de septiembre China, al conmemorar su victoria en 1945 sobre el ejército invasor japonés, se mostró al mundo como una potencia en alerta. En la Plaza Tiananmen Xi Jinping (XJ) presidió, junto con los presidentes de Rusia y Corea del Norte, esa conmemoración portando una vestimenta igual a la usada, en esa misma plaza, por Mao Zedong (MZ), fundador del partido comunista (1921) y de la Republica Popular China (1949). La vestimenta, el despliegue de misiles nucleares, la presencia de Putin (VP) y de Kim Jong-un, enviaron un mensaje geopolítico. Pues siendo Mao el símbolo de la resistencia frente a los invasores extranjeros, China le recuerda a Occidente (Estados Unidos principalmente) sus palabras pronunciadas en aquel momento. Mao dijo que China sólo establecería relaciones diplomáticas con los gobiernos que respetaran “los principios de igualdad, beneficio mutuo y respeto mutuo de la integridad territorial y la soberanía.” Esto cobra mayor relevancia tomando en cuenta aquella reunión de Putín, Xi Jinping y Narendra (India) realizada dos días antes en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái que configura un mundo multipolar. Ambos eventos alertaron tanto a EE.UU, que Trump respondió en redes, y dirigiéndose a XJ se quejó: “…dé mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y a Kim Jong-un, que, como usted, conspiran contra Estados Unidos”. ¿Cómo y partir de cuándo China se convirtió en una amenaza para EE.UU? El siguiente texto es un intento de respuesta.
Punto de inflexión
Algunos ubican el inicio de la transformación China en la fundación del Partido Comunista y otros en la expulsión del ejército japonés. Incluidos los anteriores eventos, la mayoría de historiadores señalan como punto de quiebre la gesta heroica conocida como “La Gran Marcha”, protagonizada por el Ejercito Rojo entre 1934 y 1936. Los tres acontecimientos fueron determinantes para hacer de China lo que es hoy. Un dato crucial de ese proceso histórico refiere que China pasó directamente del feudalismo al comunismo, sistema que hizo posible, en tan sólo 76 años, su acelerado desarrollo. Para ello fue necesaria la Revolución encabezada por MZ y sus camaradas quienes sabiamente, con pragmatismo y eficiencia reconstruyeron su país de la mano de campesinos y obreros a lo largo y ancho de sus 9.5 km2 de territorio. Instaurando un socialismo con reglas de mercado establecidas por el Estado que privilegia el interés social antes que el privado, los 1400 millones de chinos tienen actualmente asegurada la educación, salud, comida, techo y trabajo. Allá no existe el analfabetismo, ningún niño se muere de hambre o enfermedades curables y la pobreza extrema la han desterrado. Su desarrollo comercial y tecnológico supera en ciertas áreas a EE.UU que la ve como enemiga a vencer y destruir.
Mayas y Chinos.
México ha sido víctima permanente de los yanquis, su agresividad se ha intensificado últimamente y, sin duda, tiene que ver con el mercado, energéticos y minerales que hoy le disputa China. Su guerra la encamina hacia quienes hablen de defender territorio, recursos naturales y soberanía. ¿Acaso teme que México se convierta en una potencia como China?
Probablemente los EE.UU no ignore que los chinos estuvieron en Mesoamérica antes que los españoles. Incluso deben saber que los mayas, además de no ser derrotados totalmente por los conquistadores, comparte rasgos físicos, culturales y cosmogónicos. Y dado que nuestro origen se encuentra en una de las 7 culturas madres (Sumeria, Egipcia, Andinas, Cretense, Mesoamericanas, la China y la Olmeca) que parieron a todas las demás, nuestra cosmogonía coincide con la oriental. Por ejemplo, se atribuye a Hu Chundong, académico de la universidad de Beijing, haber encontrado 100 palabras coincidentes en pronunciación y significado con el chino antiguo, tales como: amargo (Ka), canción (Kai), cuchillo (Tau, Ta), Barriga (Taa). También comparten el uso del jade, ADN, el chamanismo y artesanías. Igual asombran la similitud de elementos matemáticos y astronómicos de sus calendarios: determinaron 4 puntos cardinales y 4 elementos del universo (tierra, fuego, aire y agua). Y lo más trascendente, mayas (zapatistas) y chinos comparten esa característica propia de los pueblos indomables: oponer resistencia al despojo, el vasallaje y la explotación.
La Gran Marcha
Durante siglos, naciones orientales y occidentales invadieron, saquearon, envenenaron (guerras del opio) sometieron y masacraron al pueblo chino. China fue un botín para Inglaterra, Rusia, Alemania, Hungría, Austria, Estados Unidos, Italia; pero es la invasión japonesa (1931) apoyada por occidente para detener la expansión del comunismo, la que motiva la rebelión de masas que hizo posible la liberación. Existe una gesta reseñada en la antología de textos de escritores socialistas chinos, Mao Zedong incluido, publicada en 2015 que muestra el acrisolamiento popular: nos referimos a “La Gran Marcha”.
Origen
Los imperialistas-capitalistas temían que los campesinos y obreros se unieran para defender su derecho a existir. Financiaban al poder formal chino representado por Chiang Kai-shek*, personaje anticomunista, corrupto, apátrida y sumamente cruel contra quienes comenzaba a aceptar las ideas comunistas. China estaba dividida en dos frentes: el Ejército Rojo de Obreros y Campesinos (EROC) encabezado por Mao y el Ejército Nacional Revolucionario (ENR, Kuomitan, ejercito nacionalista) de Chiang Kai. Por esa causa el ejército japonés logró dominar casi la mitad de China.
Los burgueses nacionalistas y capitalistas extranjeros urgieron a Chiank Kai-shek, acabar con la amenaza comunista. Obediente, el títere rodeó en 1934 con 400 mil efectivos al EROC eliminando a la mitad de sus 80 mil efectivos; el resto logró abrir una brecha y escapar. Los sobreviviente, refugiándose en las montañas, inician una guerra de guerrillas. Durante dos años fueron perseguidos, cercados, emboscados, bombardeados, interceptados a lo largo de 12,500 kilómetros. El EROC pudo superar la embestida centrándose en tres ejes de acción: Revolución campesina antifeudal; Revolución democrática, antiburguesa y Revolución socialista, antiimperial y haciendo una guerra de guerrillas centrada en tres tareas básicas: combatir, producir y formación de masas. Sobre las tácticas de lucha guerrillera Mao enseñaba: “cuando el enemigo avanza, retrocedemos; cuando acampa, lo hostigamos; cuando se fatiga, lo atacamos; cuando se retira, lo perseguimos; cuando nos persigue damos rodeos amagando en el este y atacando por el oeste”. Así liberaron grandes regiones, reorganizaron pueblos y capturaron lugares estratégicos del enemigo. Allí donde llegaban organizaban consejos populares, distribuían la tierra y creaban sistemas de justicia propios, de tal modo que sus bases de apoyo crecían.
Ejército Rojo triunfante
Cuando los pueblos se rebelaban contra el tirano nacionalista o japonés eran reprimidos brutalmente. Para retenerlos les decían que el EROC les quitaría sus bienes. Los que huían hacia los cerros, reflexionando que no tenían nada que perder, se unían al EROC que los recibía diciéndoles: “Igual que ustedes, antes también éramos oprimidos y explotados. Como no pudimos soportar más la opresión reaccionaria de los terratenientes y la burguesía, y para poder seguir viviendo, nos incorporamos al Ejército Rojo”. Una vez formalizada la incorporación y reconquistada su aldea, se liberaba a quienes fueron encarcelados por no entregar a sus mujeres, no obedecer las leyes ni pagar impuestos al Kuomitang. Les daban plata, abrían los graneros y los curaban.
Finalmente en 1936 gran parte del ejercito rojo llega a Juining culminando exitosamente esa gran marcha que hizo indomables a los comunistas. La victoria definitiva no llegaría sino hasta 1949. Chiang Kai-shek huye a refugiarse en Taiwán hasta su muerte en 1975…