Orizaba, Ver. – Habitantes de Orizaba y la región manifestaron su inconformidad ante las autoridades del Servicio Médico Forense (Semefo), luego de que se les solicitara un pago de 15 mil pesos para reclamar el cuerpo de “Macorina”, una mujer transgénero que falleció recientemente y no contaba con familiares cercanos.
De acuerdo con los testimonios, amigos y conocidos de “Macorina”, entre ellos “Doña Chela”, propietaria de un bar en la zona, acudieron al Semefo con la intención de gestionar la entrega del cuerpo y ofrecerle una sepultura digna. Sin embargo, personal del lugar les informó que, al no ser familiares directos, debían cubrir el monto antes mencionado.
“Nos parece ilógico e inhumano que pidan esta cantidad cuando el único objetivo es darle cristiana sepultura. ¿Qué ganan ellos enviándola a la fosa común? Esto demuestra que sólo les interesa el dinero”, expresó una de las inconformes.
La comunidad destacó que reunir dicha cantidad es complicado, pues representa un gasto significativo para la mayoría. Sin embargo, algunos de los conocidos de “Macorina” habían comenzado a organizarse para recolectar fondos y costear los servicios funerarios. Este obstáculo, señalaron, ha generado indignación y un sentimiento de desamparo ante la falta de empatía de las autoridades.
Ante esta situación, los afectados analizan realizar una marcha de protesta hacia las instalaciones del Semefo para exigir un trato más humano por parte de las autoridades.
El caso de “Macorina”
“Macorina” falleció durante la madrugada del pasado sábado en la calle Oriente 9. Inicialmente se especuló que la causa de su muerte fue hipotermia, debido a las bajas temperaturas registradas esa noche. Sin embargo, un informe posterior reveló que sufrió un paro cardiorrespiratorio fulminante.
La comunidad lamenta su partida y exige sensibilidad por parte de las autoridades, subrayando que la falta de familiares no debería ser un impedimento para brindarle un trato digno en su despedida.
El caso ha despertado debates sobre la necesidad de una mayor inclusión, respeto y humanidad hacia las personas trans, especialmente en situaciones tan delicadas como el manejo de sus restos tras su fallecimiento.