Atoyac, Ver.- El pasado 5 de septiembre de 2024, una brutal agresión sacudió a la comunidad de Potrero, Veracruz. La víctima fue la señora Dolores Martínez Loyo, de 65 años, afectuosamente conocida como “Doña Lolin”. En un hecho violento y sin precedentes, fue golpeada y arrastrada fuera de su vivienda por su vecina, karen Rufino, de aproximadamente 35 años. Este ataque no solo dejó a Doña Lolin con golpes en la cabeza, sino también con rasguños y moretones. A pesar de la intervención de la policía, que llegó a la escena y con testigos presentes, no se realizaron detenciones ni acciones contundentes.
Doña Lolin decidió levantar una denuncia formal ese mismo día en la Fiscalía de Cordoba; sin embargo, hasta el momento, no ha habido avances en torno a la investigacion, dejando a la comunidad y a los familiares de la víctima en total desconcierto y frustracion.
Al siguiente día, 6 de septiembre, Doña Lolin se dirigió nuevamente a la Fiscalía en busca de respuestas y, lamentablemente sufrió un desmayo en la vía pública, lo cual fue reportado por un medio de comunicación, como un accidente por atropellamiento, lo que horas más tarde desmintió el hospital donde fue internada, para su valoración y donde, luego de unos días, lamentablemente falleció y los médicos confirmaron que se trató de un derrame cerebral, causado por el golpe en la cabeza que recibió en la agresión por parte de Karen, y no por algún atropellamiento, como mal informó el reportero.
El contexto que desencadena la agresion tambien es desgarrador, pues todo inició con una discusión entre Doña Lolin y “Pita”, madre de la agresora, Karen.
La señora “Pita” lanzó un paraguas al nieto de Doña Lolin , lo que provocó un altercado entre ambas, fue entonces cuando Karen, quién es conocida por sus actitudes conflictivas y con antecedentes de violencia, ya que previamente había tenido altercados con los vecinos, incluyendo a una mujer de unos 50 años; intervino y atacó a “Doña Lolin”.
Tras los hechos que causaron la muerte de “Doña Lolin”, sus familiares, vecinos y amigos exigen justicia y reclaman que no debe quedar en el olvido el hecho de que una mujer de la tercera edad fue golpeada y sin que se hayan tomado acciones contra quién provocó su muerte.
La agresora, Karen Rufino, permanece prófuga y no ha asumido responsabilidad alguna, la comunidad está indignada, y surgen las preguntas: ¿qué se necesita para que se haga justicia? ¿Cuántos episodios más de violencia deberán tolerar antes de que las autoridades actúen? El caso ha dejado una profunda herida en la región de Potrero, Veracruz, y la única exigencia es justicia para “Doña Lolin”.