Xalapa, Ver. – La gestión de la fiscal general del Estado, Verónica Hernández Giadáns, ha sido duramente cuestionada por el abogado Rafael Hernández Matías, representante del Frente Nacional Jurídico en Defensa de la Constitución. Según el litigante, la fiscalía enfrenta un severo rezago en diversas áreas debido a la falta de personal capacitado y con experiencia, lo que ha afectado el seguimiento y resolución de carpetas de investigación, incluso en casos de alta relevancia como desapariciones y homicidios.
Hernández Matías señaló que, en la actualidad, todos los delitos reciben el mismo tratamiento sin considerar prioridades, lo cual afecta la atención a casos sensibles como la violencia contra mujeres o desapariciones. “No se puede tasar con la misma vara una carpeta por robo y otra por homicidio o desaparición. Aunque ningún delito debe ser menospreciado, es necesario establecer prioridades y contar con personal calificado que haga frente a estas situaciones”, expresó.
El abogado también lamentó la exclusión de colegios, barras y asociaciones de abogados en procesos consultivos dentro de la FGE, algo que, según él, funcionó de manera efectiva cuando existía el Consejo Consultivo en la Procuraduría General de Justicia. “Se está quitando toda participación ciudadana para centralizar el poder, lo cual es un error grave”, indicó.
Además, Hernández Matías cuestionó la autonomía de la fiscalía y sugirió regresar al modelo en el que los gobernadores nombraban al fiscal con la aprobación del Congreso. Según él, esto garantizaría un compromiso directo del fiscal con el Ejecutivo estatal y la ciudadanía.
Finalmente, el representante del Frente Nacional Jurídico sugirió que Verónica Hernández Giadáns debería considerar su renuncia, destacando que las señales enviadas por la gobernadora Rocío Nahle García apuntan en esa dirección. “Si no estás dando resultados y el Ejecutivo no está conforme, lo lógico es hacer un mea culpa y dar un paso al costado. Sería lo más conducente para respetar la voluntad del pueblo y del Ejecutivo”, concluyó.
Este llamado se suma a las crecientes críticas hacia la gestión de la FGE, que ha sido señalada por su falta de eficiencia y la centralización del poder, dejando en el aire la posibilidad de una renovación en la institución.