12 de diciembre de 2025
Corría el año 1991 cuando en una reunión del Consejo de Grupo, del Grupo Scout 1 Potrero cuyo jefe de Grupo era Pedro Romero Burgoa se lee el programa de peregrinaciones de la parroquia de Cristo Rey y en entre las Colonias y grupos invitados a la docena en honor a la virgen de Guadalupe estaban invitados los Scouts de Potrero.
Desde que se formó el primer grupo Scout en Potrero, en 1978, siempre habían sido considerados para participar en las peregrinaciones y los Scouts participaban, cada año se establecia un punto de partida, alguna capilla de la localidad o algún punto de reunión donde se realizaban las actividades Scouts.
El año1991 no fue la excepción, y los Scouts de Potrero fue invitado nuevamente, pero dando un cambio significativo, teniendo como primicia las actividades que se desarrollaban los Scouts, se propuso algo novedoso, así como había un grupo de peregrinos que salía de Potrero a la Basílica de Guadalupe en la ciudad de México, se propuso una peregrinación de algún pueblo cercano a la parroquia de Cristo Rey, después de deliberar en diferentes reuniones, se tomó el acuerdo que el lugar sería el pueblo de Camarón de Tejeda, por su célebre Batalla de Camaron del 30 de abril de 1863 y de ahi salir caminando hasta Potrero y llegar a misa de 7 de la noche.
Es así como a principios de diciembre de 1991, se autoriza al jefe de Tropa, Oscar Rodríguez Velazquez , que los integrantes de la Tropa “Kiowas”, sean los participantes en dicha PEREGRINACION CAMARON-POTRERO.
El 11 de diciembre, tal como estaba planeado, salieron cerca de 15 Scouts, jóvenes y adolescentes de entre 12 y 17 años, y con ello fortalecer la fe y la hermandad Scout y algunos cubrir algún reto personal dentro del escultismo, en un recorrido cargado de simbolismo, mística y tradición Scout, así como de reflexión y convivencia. Una prueba de valor y resistencia para los jóvenes, así fue pensada en un principio.





El lugar que recibió a estos primeros peregrinos fue el casco del antíguo ingenio Azucarero “El Cristo” y ahí junto a aquella vieja chimenea, mudo testigo de la historia azucarera de aquella zona se instaló el campamento.
El día 12 muy temprano, se levanta el campamento, se desayuna, se pasa revista, se hacen las oraciones respectivas y emprenden el camino hacia Potrero, un camino lleno de incertidumbre, pero fortalecidos en la fe, pronto, el calor empieza a notarse, la carretera cobra factura y pronto aparecen aquellas ampulas en los pies de quién no está acostumbrado a caminar largas jornadas, pero eso no es impedimento para seguir, el Quinto de la Ley Scout nos recuerda que el Scout ríe y canta en sus dificultades, pronto, se van buscando áreas para descansar como son las comunidades de Mata de Varas, Actopan, Paso del Macho, San Alejo, el Río Chiquihuite, Atoyac y de ahí hasta llegar a la parroquia de Cristo Rey, donde rezaban el último mismerio del rosario, y esperaban la hora para llegar puntuales a la misa.
Aquella actividad que comenzó como un sueño y pronto fueron acercándose personas del pueblo y algunos grupos parroquiales como el Grupo Juan Pablo II para ser participes, hoy, sigue realizándose año con año, solo siendo interrumpida en 2020 por la pandemia, con el paso del tiempo se dieron cuenta que si salían temprano del pueblo, les daba tiempo para regresar,por lo que hoy se reúnen el mismo día 12 por la madrugada para ser trasladados al pueblo de Camarón de Tejeda en autobús y emprender el camino a pie hasta llegar a la parroquia de Cristo Rey, hoy, Héctor Velázquez Rojas sigue al frente de esta hermosa tradición.
Las tropas de muchachas Scouts, también quiso ser participe de las fiestas guadalupanas y formaron “La Antorcha Guadalupana” pero esa es otra crónica.
UNA VEZ SCOUT, SIEMPRE SCOUT.
SIEMPRE LISTOS.
Agradecimientos a Héctor Velázquez Rojas y Angeles Galicia por su valiosa información.
Recopilador: Nazario Guadalupe Cebada Morales.



