Jáltipan, Ver.- En un tiempo donde la inclusión aún es un camino que cuesta abrir, hay personas que no sólo lo caminan: lo iluminan. Uno de ellos es Javier Alexis Flores Zamudio, maestro de educación física con 12 años de experiencia, cuya vocación ha trascendido aulas, canchas y fronteras emocionales. Su misión ha sido clara: demostrar que el deporte es un puente poderoso que une, motiva y dignifica.
Flores Zamudio ha trabajado tanto en escuelas particulares como de gobierno, así como en el Centro Integral de Actividad Física y Salud (CIAFS), donde ha consolidado su entrega a la educación física inclusiva. Su labor, constante y humana, le ha permitido ganarse la confianza de los padres, quienes ven en él a un guía comprometido; y sobre todo, la confianza de los niños y jóvenes, que encuentran en su trato respetuoso y motivador un espacio seguro para crecer.
Su trayectoria está marcada por proyectos que han dejado huella en la comunidad jaltipaneca y la región. Entre ellos destaca la organización del Primer Encuentro de Escoltas en Jáltipan, un espacio donde la disciplina y el respeto se vivieron desde un enfoque de integración.
También ha sido motor de la Carrera por la Inclusión, un evento que reunió a familias enteras para demostrar que la fuerza de la empatía siempre llega a la meta.

En su andar, Javier Alexis ha impulsado Olimpiadas Especiales, actividades de fútbol inclusivo, y ha sido pieza clave del equipo inclusivo Xaltipan F.C.. Además, su paso por Tuzos Acayucan dejó una huella imborrable, tanto por su entrega deportiva como por el impacto positivo que generó entre los jugadores y sus familias.
Pero quizás su proyecto más emblemático sea “Actívate, Motívate y Vive la Inclusión”, desarrollado en colaboración con la SEV durante los momentos más difíciles de la pandemia. Consciente de los riesgos del sedentarismo y la obesidad en el confinamiento, Javier creó una propuesta que llevó actividad física, motivación y acompañamiento hasta los hogares, demostrando que la inclusión también se construye desde la distancia.
Hoy, su nombre resuena no sólo por su profesionalismo, sino por su sensibilidad y compromiso. Javier Alexis Flores Zamudio no sólo enseña educación física: enseña humanidad. Enseña que todos tenemos un lugar, una oportunidad y un sueño por alcanzar.
En Jáltipan y más allá, su legado se siente en cada sonrisa, en cada logro, en cada niño o joven que descubrió que sí podía. Porque cuando la pasión se convierte en servicio, la inclusión deja de ser discurso y se vuelve vida.
Un aplauso a quienes trabajan por un mundo donde nadie se queda atrás.



