Orizaba, Ver.-
Este 19 de agosto se cumplieron cuatro años del asesinato del periodista y locutor veracruzano Jacinto Romero Flores, un hecho que estremeció a la región de las Altas Montañas y dejó marcada a su familia y al gremio periodístico.
En un encuentro, familiares colocaron veladoras en el sitio donde fue atacado y recordaron no solo la forma en que murió, sino la manera en que vivió, pues fue un hombre comprometido con la radio, el periodismo social y la ayuda a la comunidad, su mayor pasión.
Su hijo, Cuauhtémoc Germán Romero, recordó los últimos momentos compartidos con él y destacó que su padre partió en paz, satisfecho de haber cumplido su misión de formar a sus hijos y de servir a la gente.
“No apagaron una luz, sino que encendieron miles”, expresó al invitar a la ciudadanía a sumarse con una veladora, en casa o en el lugar donde se cometió el crimen, como gesto de respeto y memoria.
El caso de Jacinto Romero sigue siendo un recordatorio de las deudas pendientes en materia de justicia y seguridad para quienes ejercen la comunicación en Veracruz, uno de los estados más peligrosos para el periodismo en México.