Orizaba, Ver.- Trabajadores de base del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), adscritos a la clínica-hospital de Orizaba, denunciaron que a partir del próximo lunes se les prohibirá el acceso al estacionamiento oficial del nosocomio, una medida que califican como injusta y discriminatoria.
Según informaron, la decisión fue comunicada recientemente a través de un oficio interno, en el que se establece que únicamente autoridades con niveles jerárquicos superiores podrán utilizar dicho espacio. Esta disposición deja fuera al personal operativo, incluyendo a trabajadores de la tercera edad o en condiciones de salud vulnerables, quienes diariamente desempeñan funciones esenciales para la atención de los derechohabientes.
De acuerdo con testimonios recabados bajo anonimato —por temor a represalias—, la clínica ya enfrentaba un problema de saturación vehicular, lo que había llevado a que algunos empleados ocuparan las áreas verdes como estacionamiento improvisado. Esta práctica, sin embargo, causó afectaciones al sistema de drenaje.
Si bien dichas áreas ya fueron rehabilitadas mediante el programa federal La Clínica es Nuestra, impulsado por el director general del ISSSTE, el cierre del estacionamiento ha dejado sin opciones viables a la mayoría de los trabajadores.
“El problema no es que se recupere el área verde, eso está bien. Lo grave es que ahora nos niegan el estacionamiento de siempre, cuando muchos llevamos décadas trabajando aquí”, expresaron empleados afectados.
La situación se suma a una serie de deficiencias estructurales que aún persisten en la clínica, como la falta de médicos especialistas en el turno vespertino —especialmente internistas y urgenciólogos—, baños en mal estado, escasez de insumos médicos y supuestos casos de maltrato hacia el personal y los pacientes por parte de algunas autoridades.
Además, los trabajadores cuestionaron que existan mandos medios y superiores que llevan más de 30 años en sus cargos de confianza, algunos —afirman— sin la preparación profesional adecuada y sostenidos por influencias políticas.
“El ISSSTE necesita una renovación real, no sólo pintura en las paredes. Falta personal médico, falta sensibilidad, y ahora nos quitan hasta lo poco que teníamos como trabajadores”, concluyeron.