Usuarios del transporte público de Coatzacoalcos han alzado la voz ante el deterioro visible de los camiones que cubren la ruta Quevedo, señalando que muchas de estas unidades circulan en condiciones que ponen en riesgo la seguridad de los pasajeros.
Entre las quejas más recurrentes se encuentran los asientos en mal estado, algunos de los cuales están completamente caídos o apenas sujetos con reparaciones provisionales. “Los arreglan solo para que aguanten un rato”, comentó un usuario habitual. Además, el piso de los camiones presenta señales de óxido, suciedad acumulada y una notoria falta de mantenimiento.
Otro problema grave es la inoperatividad de los botones de parada, lo que obliga a los pasajeros a gritar o chiflar para solicitar el descenso. Según denuncian, esto suele incomodar a los conductores, quienes en ocasiones reaccionan con enojo.
Los usuarios acusan tanto a los propietarios de las unidades, por no garantizar un servicio seguro y digno, como a las autoridades de Transporte Público, que —aseguran— “solo cobran salarios pero no inspeccionan las condiciones de los urbanos”.
Los miles de pasajeros continúan utilizando estas unidades con temor y resignación, esperando que pronto se tomen cartas en el asunto antes de que ocurra una tragedia.
Con información de Luis Alberto Ruiz