Orizaba, Ver.- En una iniciativa sin precedentes en la región, la Diócesis de Orizaba anunció que comenzará a utilizar inteligencia artificial (IA) como parte de su estrategia de comunicación pastoral.
El vocero diocesano, Helkyn Enríquez Báez, informó que este proyecto se desarrollará en conjunto con las otras siete diócesis que integran la provincia eclesiástica de Xalapa.
El objetivo, explicó, es aprovechar las nuevas tecnologías para llevar el mensaje del Evangelio a los entornos digitales, donde actualmente predominan discursos de odio, desinformación y polarización social.
“La inteligencia artificial es una herramienta creada por el ser humano, y como tal, puede emplearse para sanar, edificar y acercar el mensaje de Cristo a quienes habitan en el mundo digital”, puntualizó Enríquez Báez.
Durante la presentación de esta iniciativa, el sacerdote hizo énfasis en que el uso ético de la IA debe ser guiado por principios morales y valores cristianos.
En este sentido, mencionó que la Iglesia ha comenzado a reflexionar sobre una “algorética”, es decir, una ética de los algoritmos, para asegurar que los contenidos generados con estas herramientas promuevan el bien común y el respeto a la dignidad humana.
La propuesta se enmarca también en el llamado del Papa Francisco a “remendar las redes”, una metáfora que invita a reconstruir los lazos sociales fracturados en el entorno digital.
“Las redes sociales son hoy un terreno de misión; no podemos permanecer al margen de estos espacios”, afirmó Enríquez Báez.
Desde hace varios meses, las diócesis veracruzanas han estado explorando el uso de herramientas de IA para facilitar la creación de contenidos pastorales como mensajes, reflexiones, videos y materiales gráficos para redes sociales.
Esta labor, aclaró el vocero, no busca sustituir la labor humana, sino enriquecerla mediante el uso responsable y consciente de la tecnología.
Finalmente, Enríquez Báez reiteró que esta transformación digital de la Iglesia no es una moda, sino una respuesta a los desafíos actuales de la evangelización.
“Queremos que la voz de la Iglesia siga siendo escuchada, también en los lenguajes y plataformas que hoy predominan entre los jóvenes y la sociedad en general”, concluyó.