Morona Santiago, Ecuador.— Una niña de tres años de edad, originaria de la comunidad Achuar de Saapapentsa, en el cantón Taisha, perdió la vida tras ser picada por un alacrán, en un hecho que ha generado conmoción y profundo dolor entre habitantes de la región.
Este 3 de diciembre se dio a conocer la historia: la menor fue llevada de urgencia a un puesto de salud tras presentar los síntomas propios de una intoxicación por veneno de alacrán. Sin embargo, el personal médico no contaba con suero antialacrán, medicamento indispensable para atender este tipo de emergencias.
La pequeña no resistió las complicaciones derivadas de la picadura y falleció horas después, mientras su madre, entre lágrimas, lamentaba que su hija pudo haberse salvado si el centro de atención hubiera contado con el antídoto necesario.
Habitantes de comunidades indígenas de la zona denunciaron que la carencia de medicamentos esenciales es una situación recurrente en los centros de salud de áreas rurales, lo que deja en estado de vulnerabilidad a la población, especialmente a niñas y niños.



