Washington, D.C., 9 de abril de 2025 — El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anunció este martes que, a partir de hoy, las actividades antisemitas en redes sociales y el acoso físico a personas judías serán consideradas como motivos válidos para negar solicitudes de beneficios migratorios en Estados Unidos.
La medida, que entra en vigor de inmediato, afectará a solicitantes de residencia legal permanente, estudiantes extranjeros y personas extranjeras vinculadas a instituciones educativas relacionadas con incidentes de antisemitismo.
El anuncio se enmarca dentro de una serie de órdenes ejecutivas del presidente Donald Trump relacionadas con el combate al antisemitismo y la protección de la seguridad nacional. Entre ellas destacan: Combatting Anti-Semitism, Additional Measures to Combat Anti-Semitism, y Protecting the United States from Foreign Terrorists and Other National Security and Public Safety Threats.“No hay lugar en Estados Unidos para simpatizantes del terrorismo de otros países. No tenemos la obligación de admitirlos ni permitir que se queden aquí”, afirmó Tricia McLaughlin, subsecretaria de Asuntos Públicos del DHS. “El secretario Noem ha sido claro: quien piense que puede venir a Estados Unidos y esconderse detrás de la Primera Enmienda para promover violencia antisemita o terrorismo, que lo piense dos veces. No son bienvenidos.”
Según las nuevas directrices, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) evaluará el contenido publicado en redes sociales por solicitantes de beneficios migratorios. Aquellas publicaciones que respalden o promuevan organizaciones terroristas antisemitas —como Hamas, la Yihad Islámica Palestina, Hezbolá o Ansar Allah (también conocidos como los hutíes)— serán consideradas un factor negativo durante la evaluación de solicitudes.
Además, USCIS podrá negar beneficios incluso si no hay pruebas de acciones físicas, siempre que el contenido digital demuestre apoyo ideológico a actos de violencia antisemita.
La decisión ha generado debate entre organizaciones civiles, que advierten sobre posibles abusos y ambigüedad en la interpretación de “actividad antisemita”. No obstante, el gobierno ha reiterado que se trata de una medida para “proteger al país del extremismo y del terrorismo extranjero”.
Esta política refuerza el enfoque de línea dura del gobierno federal sobre la inmigración y la seguridad nacional, en un contexto marcado por tensiones internacionales y protestas globales vinculadas al conflicto en Medio Oriente.