Desde hace varias semanas, vecinos de más de una decena de colonias denunciaron que el agua de sus casas estaba contaminada
Por Olivia Vázquez Herrera / Infobae
Suman más de dos semanas desde que vecinos de una decena de colonias de la alcaldía Benito Juárez denunciaron que el agua de sus casas estaba contaminada: el líquido tenía una coloración turbia, una consistencia oleosa y con olor a gasolina, la cual les provocó a varios problemas de salud y un fuerte impacto en el bolsillo, pues destinaron muchos recursos a comprar garrafones con agua no sólo para beber, sino para poder llevar a cabo todas sus actividades diarias.
El pasado 9 de abril y tras una protesta de varias horas, el Gobierno de la Ciudad de México dio a conocer que se había asegurado el Pozo Alfonso XIII, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón, el cual supuestamente suministraba únicamente a la zona afectada; de manera paralela, las autoridades capitalinas cerraron preventivamente dos empresas químicas cercanas porque se sospechaba que de ellas provenía el contaminante, que determinaron era un tipo de aceite o lubricante.
Pero los vecinos y personal de la alcaldía Benito Juárez rechazaron la versión de Martí Batres y los estudios hechos por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) donde confirmaban lo dicho por el mandatario; y tras mandar algunas muestras a expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estos afirmaron que no se había analizado la presencia de hidrocarburos, mientras que en las pruebas pedidas por los vecinos a la empresa Vasa Filtros, ésta sólo reveló que el recurso contenía sustancias derivadas de petróleo.
Las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón designaron como coordinador para atender la emergencia a José Luis Luege Tamargo, exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) quien, junto con varios especialistas a su cargo, también analizaron algunas muestras del agua contaminada en colonias como Nápoles, Nochebuena o Narvarte, y reveló que era muy probable que Petróleos Mexicanos (Pemex) fuera la fuente de contaminación, ya que en el acuífero había un tipo de diésel que se pudo haber filtrado de algún ducto o depósito hacia la red de distribución de agua.
Estudio de la UAM refuerza la versión no oficial
Expertas de la Red de Investigación en Agua de la Universidad Autónoma Metropolitana (RED AGUAM) dieron a conocer los resultados de una investigación que hicieron por su propia cuenta esta semana a partir del análisis de tres muestras del líquido que tomaron el lunes 15 de abril en la calle Adolfo Prieto de la colonia Del Valle (una en la vía pública y dos en cisternas que no han sido limpiadas); las pruebas fueron de tipo físico-químico y las hicieron en un laboratorio a cargo de la doctora Judith Cardoso Martínez, investigadora de la UAM Iztapalapa.
Durante el programa de radio AguaCero, que se transmite por UAM Radio, la profesora e integrante de RED AGUAM explicó que las pruebas arrojaron que el agua recolectada presentaba un ligero incremento en PH, aunque éste se encontraba dentro de los valores permitidos por la norma, además, se hallaron indicios de dureza, es decir, que en el líquido hay presencia de carbonatos y bicarbonatos, y otros compuestos orgánicos, los cuales representan un riesgo para la salud.
“Hicimos una comparación con gasolina y encontramos que hay presencia de compuestos derivados de petróleo”, indicó la investigadora, quien consideró que éstos pudieron haberse filtrado desde ductos subterráneos hacia los mantos acuíferos, versión muy similar a la presentada hace unos días por el equipo de José Luis Luege Tamargo. Judith Cardoso dijo que, ante la falta de información de las autoridades de la CDMX, seguirán haciendo pruebas en el agua de las zonas afectadas y los resultados serán presentados en el programa de radio de RED AGUAM, el cual se transmite los miércoles a las 09:00 horas y se repite los jueves a las 20:00 horas por el 94.1 de FM.
A su vez, la doctora Delia Montero Contreras, coordinadora de RED AGUAM, dijo en entrevista con Milenio Televisión, que todavía se desconocen las concentraciones de estos residuos en el líquido, pero confirmó que esa agua no cumple con los parámetros básicos para usarla, por lo que harán más pruebas en conjunto con especialistas de la UAM Cuajimalpa, quienes cuentan con un laboratorio que les ayudará a conocer la cantidad de derivados de petróleo existentes en el recurso.
Asimismo, la experta de la UAM Iztapalapa explicó que se debe hacer una revisión mayor en las cisternas, tinacos y depósitos de agua afectados, pues a pesar de la limpieza que puedan hacer sus dueños y las propias autoridades locales, podrían quedar restos de los derivados de petróleo.