+Urgen a implementar protocolos, sanciones y campañas visibles dentro de las unidades
Orizaba, Ver. – El transporte público se ha convertido en un espacio de alto riesgo para muchas mujeres, quienes enfrentan a diario acoso sexual sin que existan protocolos claros ni una respuesta efectiva por parte de las autoridades o de las empresas concesionarias.
Así lo señaló Luz María Reyes Huerta, integrante del colectivo Marea Verde Altas Montañas, quien advirtió que este tipo de agresiones son frecuentes y que su organización recibe testimonios tanto de manera directa como a través de redes sociales.
“En uno de los casos, una chica me dijo que era la segunda ocasión en que vivía esta problemática, entonces ya se pudiera encuadrar en algún tipo de delito”, relató.
El colectivo urgió a la Dirección de Transporte Público del Estado a:
Implementar campañas visibles dentro de las unidades.
Capacitar a los choferes sobre cómo actuar ante denuncias de acoso.
Aplicar sanciones claras a quienes incurran en estas conductas.
Pese a leyes como la Olimpia y otros marcos jurídicos que tipifican el acoso sexual, Reyes Huerta lamentó que los casos rara vez se judicialicen.
De acuerdo con datos del INEGI, el 78 % de las mujeres en zonas urbanas ha sufrido algún tipo de acoso en espacios públicos, y la impunidad en estos delitos supera el 90 %.
“Lo mínimo que podrían hacer es colocar carteles en las unidades, para que tanto agresores como víctimas tengan claro que hay consecuencias legales. Pero ni eso se ha hecho. El silencio institucional se vuelve cómplice”, señaló.
La representante de Marea Verde Altas Montañas subrayó que el acoso no es un problema menor ni aislado, sino parte de una violencia sistemática que restringe el derecho de las mujeres a moverse con libertad y seguridad por el espacio público.