“Mean sobre nosotros y tenemos que decir que llueve.”*
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Jorge Salazar García. 21/10/2024
Recién la semana antepasada, representantes de 57 países árabes, pertenecientes a la Organización de la Cooperación Islámica, se “comprometieron a garantizar la paz y la seguridad de Israel, siempre y cuando se retire de los territorios ocupados y permita la formación del Estado palestino”. Hasta el momento, Netanyahu ni su gobierno se han pronunciado al respecto. Esta acción por si sola, demuestra que el genocidio en Gaza nada tiene que ver con la seguridad de Israel y sí con sus planes de colonización. Tampoco su principal aliado, Estados Unidos (EE.UU), ha respondido. Sigue ocupado financiando esta guerra genocida reiniciada el 7 de octubre de 2023.
Amnistía Internacional dictaminó en 2021 que Israel, funciona como una apartheid (sistema de segregación y opresión) pues desde hace 76 años viola los derechos humanos de los palestinos asesinando mujeres, niños y civiles; bombardeando hospitales, escuelas y zonas habitacionales, igual que lo hicieron los gringos al lanzar la bomba atómica (6/08/1945) sobre Hiroshima pulverizando a centenas de miles de civiles en segundos. Por cierto, las masacres que hoy Israel perpetra en Gaza y las cometidas por EE.UU en nombre de la libertad, la seguridad y la democracia, tienen el mismo propósito: imponer la hegemonía mundial de la banca judía.
Los datos de la ONU, al respecto, son aterradores: el 80% de las instalaciones educativas han sido destruidas, dejando a 625,000 jóvenes y niños sin acceso a la educación. El saldo mortal arroja 5,479 estudiantes, 261 maestros, 356 académicos asesinados y cerca de 9 mil heridos. Ningún lugar público escapa de los bombardeos: bibliotecas, mezquitas, museos, cementerios, iglesias, hospitales, mercados, parques y oficinas son objetivos militares. Esta barbarie iniciada en 1948, persigue despojar tierras a Palestina por fundar el Estado de Israel. Lo lógico hubiera sido se asentaran en Alemania que los victimizó. Hasta el momento, más de 15 mil infantes han sido asesinados y alrededor de 21,000 desaparecidos. Los sionistas consideran que los palestinos son exterminables por no ser blancos ni ricos; además, EE.UU necesita a Israel en Medio Oriente como su policía regional.
El Nuevo Orden Mundial (NOM)
En Ucrania y Asia se confrontan dos visiones de gobernanza global: unipolar y multipolar. La primera, encabezada por EE.UU, busca evitar el colapso de ese neoliberalismo cuyo primer laboratorio lo implantó a sangre y fuego en 1973, en Chile. Desde entonces, el imperio impone sus directrices a otros países: privatiza bienes públicos, desregula el trabajo, controla al fisco, aplica tratados comerciales, los vincula al FMI, OMS, Banco Mundial, CIADE (El Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) y los militariza. La segunda visión propone, en cambio, un orden multipolar e incluyente, mediante el diálogo y respeto mutuo. Es liderada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS). Queda claro, los yanquis prefieren invertir en guerras, no en el desarrollo. Lo dijo Lyndon Johnson (1963) «Cinco dólares invertidos contra el crecimiento de la población son más eficaces que cien dólares invertidos en el crecimiento económico».
De Agenda 2030 a 2045
Un instrumento central del NOM es la Agenda 2030, con ella persiguen mantener la hegemonía del dólar y gobiernos títeres. Esa Agenda, cuyos planes son concebidos por la élite económica, contiene 169 metas y 17 “objetivos de desarrollo sostenible” (ODS). Fue aprobada y firmada en la ONU en 2015 por gobernantes que no consultaron a sus pueblos. Peña Nieto la firmó, López Obrador la implementó soterradamente y Claudia (exbecaria de la fundación Rockefeller) ofreció continuar haciéndolo. En sus 100 compromisos de gobierno se contemplan más megaproyectos, militarización, protección a trasnacionales y plantas nucleares. Morena, hecha gobierno, se ha transformado en semillero de eficientes capataces de ese poder económico promotor de la Agenda.
Las matemáticas no mienten: a mayor concentración de riqueza, corresponde mayor pobreza. Es física pura: el cuerpo frío quita calor al caliente. Los ricos no producen energía, necesitan despojarla de quienes trabajan y la generan. Los trabajadores debieramos entender que a la élite le importa un bledo pobreza y el planeta: ¡viven de ellos! El poder económico sabe que es imposible “humanizar” el neoliberalismo; tan sólo mencionar capitalismo humano se forma un oxímoron; es como a decir “muerte viviente”. Tales mentiras han quedado al descubierto con su reciente decisión de posponer para 2045 el logro de sus metas, antes fijadas en 2030. Así que la pobreza extrema, la inequidad, la corrupción y contaminación seguirán viento en popa. Claro, sus chivos expiatorios preferidos son los movimientos de resistencia y países socialistas, como Cuba que la tienen asediada criminalmente desde hace 64 años. Los patos le tiran a las escopetas. Como dijera Rodríguez Castelao: “Mean sobre nosotros y tenemos que decir que llueve.”
Dado que previeron rebeliones, incluyeron en la letra chiquita de la Agenda 2030, medidas draconianas “contra la voluntad de la población…” (Robert McNamara, 1987). La vacunación, esterilización forzada, comida chatarra en escuelas, pandemias y narcotráfico, son la más socorridas. Obrando en consecuencia, las marionetas locales fomentan confrontaciones entre comunidades y naciones aceptando lo afirmado por Henry Kissinger: “Sí, mucha gente va a morir cuando se establezca El Nuevo Orden Mundial, pero será un mundo mejor para los que sobrevivan”.
México e Israel
México es el laboratorio especial de los yanquis para cumplir su Agenda maldita. Sus cimientos fueron levantados con el fraude electoral operado por Manuel Bartlett en 1988. Su partido (PRI) engendró las reformas estructurales neoliberales; el PAN las consolidó y Morena las “humanizará”. Todos implementaron políticas sociales clientelares e institucionalizaron ese estado policiaco implícito en el objetivo “Paz, Justicia e Instituciones Sólidas” de la Agenda mencionada. No olvidar que algunos elementos de la élite militar son capacitados por el Mosad, y que 16 empresas militares Israelíes (asentadas en México) proporcionan armas, equipo de espionaje y otros pertrechos a las fuerzas armadas mexicanas. Sorprende descubrir que existe, si observamos quienes tienen a su cargo las armas y el espionaje, una sólida continuidad: García Luna, General Cienfuegos, García Harfuch, son algunos personajes claves. Otro dato revelador de la alianza México-Israel es el nombramiento de Juan Ramón de la Fuente como Secretario de Relaciones Exteriores; este señor fue premiado en Jerusalén. Cierto, hay mejorías salariales y apoyos a los pobres pero el mar no se descontamina simulando purificar una gota de agua. La cual, por cierto, mediante el objetivo de la Agenda “Agua Limpia y Saneamiento” seguirá en poder de las corporaciones.
¿Qué hacer?
Por supuesto, no hay recetas únicas, porque cada comunidad que resisten los embates de las trasnacionales luchando por el territorio y la vida tiene sus propias condiciones y tiempos. Sin embargo puede hacer algo desde las ciudades, si se quiere. Por ejemplo, unir nuestra voz a la del músico Demon Imani gritando: “Que te jodan Klaus Schwab, que se joda tu nuevo orden mundial. Tú y tus amigos globalistas os podéis ir a la mierda” (2024). Esto no resolverá los problemas de explotación, abuso e inseguridad que nos agobia, pero podría detener su profundización. Urge alertar sobre la confrontación fratricida promovida desde arriba, y estar conscientes de que un vacío de poder causado de ese modo, sería llenado por los militares de inmediato. El terreno lo están abonando oficialismo y oposición. Ambos se culparán por la violencia e inseguridad hasta que se repartan el pastel del momento, dejando a sus seguidores divididos y polarizados. Del gran empresariado no debe esperarse sino oportunismo y conveniencia. Nada es más benéfico para ellos que los militares estén en las calles matando civiles “por error” y combatiendo al “narcotráfico”. Ahora, convertidos en empresarios, una vez estallado el polvorín, la soldadesca estarán de su lado para meter orden: ¡Si señor!
De nada sirve desear le vaya bien o mal a la Claudia si no se apoyan soluciones colectivas a nivel regional y se demanda, por ejemplo, cese la agresión a las comunidades zapatistas, la criminalización y ejecución de quienes defienden su vida, bienes y derechos. La 4T comenzó con Samir Flores, su segundo piso, lo hace con el padre Marcelo Pérez. Tétrico augurio.
Respecto a Palestina, exijamos detener la agresión israelita como lo hacen millones de personas en el mundo. Paremos el genocidio en Gaza. Si está de acuerdo puede firmar aquí https://chng.it/ PPWzXjQW
También puede sumarse a esta campaña: https://www.facebook.com/reel/1557154325189305
* Rodríguez Castelao, Alfonso D. M. (1886-1950) Político médico y escritor gallego.