Un depredador sexual infantil en Texas fue sentenciado a 35 años de cárcel sin posibilidad a salir libre antes, el máximo castigo que un juez le podía imponer. Los abusos sexuales que afectaron a dos menores quedaron expuestos cuando uno de ellos contó su infierno en una carta que le escribió a Dios.
Mark Elliott Jones, de 49 años y residente de McKinney, Texas, enfrentó dos cargos de agresión sexual a menores, un jurado lo declaró culpable por uno de estos y por él aceptó haber cometido el otro delito. Este lunes un juez le impuso la condena más dura posible. Al cumplir su castigo, cuando tenga alrededor de 80 años, este hombre quedará registrado como un delincuente sexual por el resto de su vida.
“Uno de los padres de los niños encontró una carta que su hijo le había escrito a Dios en la que revelaba el abuso. El padre del niño reportó la información a la policía, cuya investigación condujo al descubrimiento del segundo niño abusado”, describe un comunicado de la Fiscalía del condado Collin.
Eso ocurrió en 2019, cuando las víctimas tenían 10 y 14 años, de acuerdo con registros judiciales. “Jones abusó sexualmente de dos niños a los que tuvo acceso continuo durante un período de varios años”, describe la Fiscalía.
El menor que escribió la carta fue entrevistado en el Centro de Defensa de los Niños del condado Collin. Primero él y luego su hermano revelaron lo que habían sufrido.