*Reynoso regaló se medalla a Meza
*Aquel 4-1 al América en el 70
*Desfile en calles y avenida de México
Por Noé Flores Cortés
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Un día después, la noche sigue siendo azul y como no serlo, si fue necesario esperar 23 años para que la Máquina volviera a pitar fuerte para levantar el trofeo de campeón en todo lo alto; Cruz Azul está de regreso en la conquista de títulos, no de su grandeza, porque esa, jamás se fue.
Si bien es cierto, Cruz Azul no levantaba un título de liga en 23 años y 5 meses, si lo hizo de otros torneos y siempre se mantuvo entre los primeros lugares de la tabla, jugando liguillas, semifinales y finales, sólo que no había culminado su trabajo de buena manera.
Habrá que recordar que cuando llegó covid y se suspendió la Liga Cruz Azul marchaba de igual manera con paso firme en los primeros lugares y en la siguiente aunque con un final decepcionante, también estuvo en semis, así quela grandeza ahí está intacta.
Buen detalle sin lugar a dudas de Juan Reynoso de acudir a la casa de Enrique “Ojitos” Meza para regalarle la medalla de campeón al técnico que dirigió mucho tiempo la Máquina y de la cual el peruano fue auxiliar y como muestra de agradecimiento a todo lo aprendido tuvo esa deferencia.
Otra foto que circuló fue la de los dos Chacos Giménez, uno no pudo lograr el título, pero Santi si lo hizo.
Cruz Azul siempre ha sido grande, aunque fue hasta 1964 cuando se dio el ascenso cuando apareció la playera Azul y el equipo se convirtió en Cruz Azul celeste y fue en los 70’s cuando Ángel Fernández, bautizó al equipo como la Máquina Azul.
Aquel Cruz Azul de los 70’s con Marín, Quintano, Kalimán, López Salgado, Muciño, Eladio Vera, Fernando Bustos, Victorino, Pulido y compañía cuando le ganaron la final al América 4-1; otra generación azul de excelencia fue con “Conejo” Pérez, Hermosillo, Reynoso y demás.
Hoy existe una nueva era de jóvenes que han empezado a escribir su propia historia; ya sumaron la nueve y ahora a empezar a trabajar para la próxima.
En los principales parques de muchas ciudades, la afición celeste desfiló con sus autos o a pie, con banderolas y con el tradicional grito de azul, azul , azul, festejo que se extendió por varias horas; los aficionados llegaron a las lagrimas de emoción, pues la Máquina volvió a pitar y lo hizo fuerte.