*CRONICAS, RELATOS Y LEYENDAS DE ATOYAC, VER.*
*6 de julio de 2023*
SERIE: *firmantes de la Proclama de San Ricardo.*
Mayor Vicente F. Escobedo.
Los primeros días de febrero de 1913 en la ciudad de México, el joven periodista cuyo seudónimo es “Ego” busca afanosamente entrar a Palacio Nacional, pero es inútil, de pronto aparecen otros periodistas conocidos suyos, y corre a ellos, les expone la situación y una pequeña moneda en manos de la persona indicada, abre cualquier puerta, y es así como el pequeño grupo logra entrar a la presidencia de la República.
Apresurados suben las escalinatas hasta llegar a la oficina del señor Presidente, al conocer a los presentes los saluda y es cuando Vicente F. Escobedo se atreve a decirle, “mi hermana me ha informado que se están reuniendo varios Generales con la intención de tomarlo prisionero e incluso asesinarlo, Madero da unas palmadas en la espalda y le dice “no te preocupes, no hay problemas, tengo el control sobre el ejército…” y para evitar seguir en el tema, pide al cabo de guardia que acompañe a los señores a la salida.
Vicente F. Escobedo nace el 5 de mayo de 1885 en Salvatierra Gto., hijo de Leandro Escobedo y Porfiria Tinoco.
Realizó sus estudios básicos en la escuela de la Purísima Concepción dirigida por monjes agustinos, al concluir sus estudios básicos parte a la ciudad de México dónde termina la carrera de periodismo.
En 1907 se adhiere al movimiento magonista y empieza a escribir críticas al gobierno Porfirista en diferentes periódicos de la época bajo el seudónimo de “Ego”, Nueva Era y México Nuevo son los periódicos que le abren las puertas.
A principios de junio de 1910 es incendiado el edificio que albergaba el periódico Nueva Era propiedad de Juan Sánchez Azcona y dónde “Ego” había publicado una fuerte critica a Porfirio Díaz.
El 12 de julio se encontraba en la ciudad de México, cuando se entera del fracaso de Iguala, por lo que es uno de los que toma el ferrocarril Mexicano con rumbo a Atoyac al lado de Bordes Mangel, Los hermanos Pedro y Clemente Gabay, Cándido y Silvestre Aguilar.
El 14 de julio de 1910 firma la Proclama de San Ricardo y tras el fracaso sigue su actividad como periodista, el 20 de noviembre se une a Gabriel Gavira quien era jefe de operaciones de la División de Oriente en la zona de Orizaba, Ver.
En febrero de 1913, es uno de los primeros en conocer la traición hacia Francisco I. Madero por lo que asiste a Palacio Nacional junto a otros periodistas y le notifica al presidente que hay una conspiración sobre el, Madero le da una palmada y le dice “no te preocupes” no pasa nada.
Tras la muerte de Madero en la decena trágica, toma nuevamente las armas y se una a la Brigada Xicotencalt dirigida por el Gral. Pablo Gonzales.
Participa en 1914 en la toma de Puebla, y es ahí donde se topa con un gran dilema, tras ganar la batalla, el ejército “Consusuñaslistas” empieza el saqueo de la Ciudad, y quien sale a impedir que las parroquias y la Catedral sufran devastación y saqueos es el recién llegado encargado provisional de la arquidiocesis, el arzobispo Federico Escobedo Tinoco, hermano de Vicente, que desconocía el dato, tras tomar un café, ambos hermanos salen y Vicente da la orden a sus hombres de no tocar ni la catedral ni las parroquias de la ciudad resguardando el importante arte sacro que resguarda la Catedral.
Es candidato a Gobernador por el Estado de Tlaxcala dónde pierde la elección.
Cuando en la ciudad de México se lleva a cabo “la Soberana Convención Revolucionaria ” ahí esta Vicente F. Escobedo participando activamente y cuando esta es trasladada a la Ciudad de Aguascalientes y cambia de nombre por el de la “Convención de Aguascalientes” ahí esta defendiendo al ejercito de la División del Norte.
En 1916, el gobernador de Querétaro por decreto le pone al teatro de la ciudad el nombre de Vicente F. Escobedo, pero días antes de inaugural el Congreso Constituyente el presidente Venustiano Carranza decide cambiar el nombre por Teatro Nacional.
A la muerte de Carranza, decide deponer las armas y regresa a lo que le gusta, el periodismo.
Recopilador: Nazario Guadalupe Cebada Morales.