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Hoy se anuncia que el sistema sanitario de Japón está al borde del colapso como consecuencia del rebrote de la pandemia por Covid19 que ha sumado más de 2 mil 79 casos en las últimas dos semanas. A pesar de ser una potencia mundial con un reconocido y robusto sistema de salud, enfrenta de nuevo una situación crítica pues, según el escenario más pesimista, miles de personas en Japón podrían morir por la falta de respiradores artificiales y otros equipamientos de terapia intensiva.
La situación que vive Japón debe preocuparnos, alertarnos y ser un referente para México de cómo un país con mayores capacidades médicas y mejor economía, pierde el control de la pandemia y vive una nueva crisis por errores de apreciación y una fallida toma de decisiones gubernamentales, luego de su exitosa contención inicial pero que, en el levantamiento de la cuarentena, hubo displicencia de la autoridad y, lo que es más grave, suspendieron la aplicación de pruebas masivas; pruebas, pruebas y más pruebas para detectar portadores del Covid19.
En paralelo a este episodio, este domingo 19 de abril se habría cumplido la fecha que el Presidente Andrés Manuel López Obrador dió para concluir la Jornada Nacional de Sana Distancia. Desafortunadamente para todos fue una estimación equivocada, un dato falso derivado de una terrible falla en los análisis del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, quien confundió e hizo mentir al presidente, cuya credibilidad quedó en evidencia porque lo que dijo, nunca ocurrió.
En la misma conferencia del 26 de marzo, López Gatell terminó diciendo lo contrario; que el 19 de abril lo que se vendría no sería el fin de la cuarentena sino el inicio de la fase tres de la pandemia, cosa que tampoco sucedió.
El vocero gubernamental ha tenido peligrosos extravíos en la secuencia de avance de la pandemia, situación que nos hace sospechar que padece el “Síndrome de la Chimoltrufia en fase profunda”, porque “como dice una cosa dice otra”.
En las conferencias, la mayor inconsistencia del Subsecretario con funciones de Secretario de Salud, ha sido vaticinar fechas probables para concluir el periodo de cuarentena. Ha mencionado 19 de abril, 30 de abril, 30 de mayo y en entrevistas ha prorrogado las restricciones hasta el mes de agosto e incluso hasta octubre de 2020.
Confundir a todos con sus reportes, ha generado una crisis de credibilidad del gobierno. La credibilidad gubernamental es de enorme valor en tiempos de emergencia, porque da certeza a la población sobre lo que puede ocurrir y lo que se debe de hacer. Cuando el gobierno se contradice, miente y vuelve a mentir, la atención, el respeto y el orden desaparecen.
Mantener la cuarentena se complica aún más si se anuncian fechas para concluirla y no se cumplen, esto genera frustración entre la población, enojo e incluso motiva actos de desobediencia colectiva frente a las instrucciones de la autoridad.
Sucede algo similar a la fábula del lobo y el pastor, personaje que miente tantas veces, que cuando verdaderamente está en peligro ya nadie, absolutamente, nadie le cree. El vocero oficial ha puesto en duda la credibilidad del gobierno con declaraciones que luego cambia, confundiendo a la gente respecto a la dimensión del peligro que les acecha.
Anunciar la conclusión de la cuarentena de manera diferida por regiones, como lo ha afirmado López Gatell, es una medida ilógica e improbable. El país es un todo interconectado y nada impediría que personas que viven en lugares donde se prolongue la cuarentena, se trasladen a sitios, donde el encierro haya concluido. Por ejemplo, yo soy originario de Catemaco, Veracruz, lugar donde no se han registrado casos de Covid19 y decido salir desde la ciudad de México, donde hay un alto índice de personas infectadas y la cuarentena se ha prolongado. Sería un potencial generador de un brote pandémico donde no lo había.
Esto implica entrar a otro tema que el gobierno parece evitar o no considerar. Para lograr una recuperación nacional por fases como se ha anunciado, se demanda una intervención de mayor fuerza que la voluntad de las personas. Requiere de la intervención de los cuerpos de vigilancia policiaca y militar que impidan la movilidad de personas y que hagan efectivas las medidas de aislamiento social.
Existe en el discurso del vocero López Gatell la intención de que no se suspendan las garantías de tránsito, con la imposición del toque de queda, cuando resulta necesario hacerlo.
En una situación de emergencia sanitaria declarada, es un recurso vital el uso de la fuerza pública para limitar la movilidad y disminuir los riesgos de contagio.
Los protocolos de Protección Civil establecen que la autoridad no puede ser consecuente ante una amenaza o un riesgo y que se debe imponer el estado de sitio o un régimen de excepción que sirva para garantizar plenamente la vida de la población.
No hacerlo es como amarrarse las manos e incumplir con el propósito central de la estrategia de gobierno de detener la afectación de la pandemia. Cuando en una situación de emergencia la vida de las personas está en riesgo, el gobierno está facultado a utilizar la fuerza pública para garantizar el derecho humano supremo, el derecho a la vida.
La mayor referencia de un gravísimo problema de descoordinación de la población y la mala actuación gubernamental que no utlilizó la fuerza pública para evacuar a la población, sucedió en 1985, con la destrucción de Armero, pueblo colombiano, ocurrida tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz, la mayor tragedia ocurrida en el siglo XX. A pesar de que el riesgo era inminente, la desinformación de los habitantes y la desorganización del gobierno para llevar a cabo la urgente evacuación, se convirtieron en una combinación de gravísimas consecuencias que ocasionarón la muerte de 22 mil personas.
El incumplimiento del distanciamiento social y la suspensión de pruebas, pruebas y más pruebas de detección del Covid19 son la causa de la crisis del rebrote en Japón. Dejar la decisión de la cuarentena a la voluntad de todos, es una decisión sumamente arriesgada.
En este sentido es muy válido el cambio de opinión de la autoridad, sólo esperamos que en México no ocurra demasiado tarde.
Dr.Elias Miguel Moreno Brizuela
Expresidente de la Comision de Salud y Seguridad Social del Senado de la República 2000-2006.
Exsecretario de protección civil del D.F. 2006-2012.
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