El gobierno de Nicaragua liberó este jueves a 222 opositores, a los que deportó vía aérea a Estados Unidos.
El presidente del país centroamericano, Daniel Ortega, aseguró en cadena nacional que no hubo ninguna “negociación” con EE.UU. para la liberación de los presos y que no le pidieron a Washington nada a cambio.
En la mañana del jueves, el magistrado Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua, había hecho pública una sentencia que decretaba la “deportación inmediata y ya efectiva de 222 personas sentenciadas por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo; por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica”.
“Los deportados fueron declarados traidores a la patria y sancionados por diferentes delitos graves e inhabilitados de forma perpetua para ejercer la función pública”, dijo Rothschuh.
El vuelo con los opositores salió a primera hora de la capital nicaragüense rumbo a Washington DC, donde llegó a media mañana.
Luego del traslado, la Asamblea Nacional nicaragüense, controlada por el oficialismo, aprobó por unanimidad una reforma constitucional que despoja de la nacionalidad a quienes sean declarados “traidores de la patria”.
Los cambios se realizaron a través de una ley “exprés” que fue aprobada durante una “sesión de emergencia”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, celebró la llegada de los opositores a su país.
“La liberación de estos individuos, uno de los cuales es ciudadano estadounidense, por parte del gobierno de Nicaragua, marca un paso constructivo para abordar los abusos contra los derechos humanos en el país y abre la puerta a un mayor diálogo entre Estados Unidos y Nicaragua sobre temas de interés”, sostuvo Blinken en un comunicado.
Entre los liberados hay políticos y sacerdotes, indicó vía Twitter el exembajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields.
Según la lista de presos publicada, entre los liberados se encontraban Cristiana Chamorro, Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga, el activista estudiantil LestherAlemán y la exguerrilera sandinista Dora María Téllez.
El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas en Nicaragua cifra en 235 los “presos políticos” que había en el país y que en su mayoría cumplían condena en distintos centros penitenciarios.
Entre ellos hay siete políticos opositores que trataron de presentarse como candidatos a las elecciones de noviembre de 2021 y que fueron encarcelados antes de que el presidente Daniel Ortega ganara los comicios en medio de graves acusaciones de fraude.
El obispo Rolando Álvarez, condenado a arresto domiciliario, fue incluido por las autoridades en la lista de prisioneros a enviar a Washington, pero no aceptó.
“No hubo negociación”
Hablando en cadena nacional este jueves, el presidente Daniel Ortega aseguró que no hubo ninguna “negociación” con EE.UU. para la liberación de los presos y que no le pidieron a Washington que levante las sanciones que pesan sobre su país.
“Cuando llegaron a preguntar ¿qué intereses teníamos nosotros? Ninguno. Que se los lleven. Eso es todo. O sea, no se trataba de negociar. Aquí no ha habido ninguna negociación. Esto debe quedar claro. Porque la ciudadanía del país, la dignidad de la patria no se negocia”, dijo Ortega.
El mandatario también aseguró que “hace unos días” su esposa, la vicepresidente Rosario Murillo, llamó por teléfono al embajador estadounidense en Managua, Kevin Sullivan, quien tenía previsto un viaje a Washington, y le planteó que su país acogiera a los prisioneros.
Ortega dijo que Sullivan les dijo que debía consultarlo con la Casa Blanca y luego les pidieron una lista de los presos que estaban dispuestos a liberar, que se llevarían en un solo vuelo este jueves.
Según informa la agencia EFE, el líder sandinista dijo que “enviaron a Washington una lista de 228 presos y la Casa Blanca vetó a cuatro de ellos, incluido Eliseo de Jesús Castro Baltodano, quien había estado preso en EE.UU. y fue deportado en febrero de 2006 por violencia contra las mujeres”.
Los otros tres vetados serían Walter Antonio Ruiz Rivera, Jaime Enrique Navarrete Blandón y el abogado José Manuel Urbina Lara.
Según EFE, la lista quedó en 224 prisioneros, de los que viajaron 222, porque dos de ellos no quisieron subir al avión: el obispo Rolando Álvarez y Fanor Alejandro Ramos, éste último condenado también por tráfico de drogas.
Ortega dijo que el obispo Álvarez, quien estaba cumpliendo prisión domiciliaria, fue trasladado a una cárcel por negarse a irse del país.
“Decisión unilateral”
La crisis política y social que vive el país centroamericano desde la primavera de 2018 se agravó tras las polémicas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021.
En esos comicios, cuyos resultados fueron desacreditados por gran parte de la comunidad internacional, Ortega fue reelegido para su quinto mandato y cuarto consecutivo.
Su esposa, Rosario Murillo, le acompañó como vicepresidenta por segundo término consecutivo, con los principales opositores del país en la cárcel o en el exilio.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo este jueves que la decisión del gobierno de Nicaragua de liberar a los presos fue “unilateral”.
“Estados Unidos facilitó el transporte de estas personas una vez liberadas en Nicaragua y recibirán un permiso para permanecer en el país por dos años por razones humanitarias”, explicó.
Mientras, este jueves también la OEA celebró la excarcelación de los presos como “una gran noticia” per exigió al régimen de Daniel Ortega que les restituya sus derechos.
¿Quiénes son los presos liberados?
Entre las personas que llegaron a la capital de EE.UU. este jueves se encuentran importantes personalidades que en los últimos años han copado los titulares nacionales e internacionales por su férrea oposición al gobierno.
Dora María Tellez, por emplo, fue a finales de la década del 70 una de las rebeldes clave en la Revolución Sandinista. En aquel momento era estudiante de medicina, y participó en insurrecciones en las zonas urbanas de Nicaragua.
Fue conocida como la Comandante 2, y estuvo entre las líderes del asalto al Palacio Nacional en 1978, donde sesionaba la Asamblea Nacional del país centroamericano. Además, durante el primer gobierno sandinista fungió como ministra de Salud.
Pero después mostró su desacuerdo con las políticas de Ortega y Murillo, y fue encarcelada en 2021.
Entre los deportados igualmente está Cristiana Chamorro Barrios, una influyente periodista que, también en 2021, se presentó como precandidata a la presidencia de Nicaragua. Ella además es hija de Violeta Barrios de Chamorro, la mujer que en 1990 venció en las urnas a Daniel Ortega.
El gobierno la acusó criminalmente a Chamorro Barrios, la puso bajo arresto domiciliario y fue declarada culpable de varios delitos, que incluían lavado de dinero y falsificación ideológica.
Por su parte, Lesther Alemán fue el estudiante universitario que hizo frente al presidente nicaragüense durante una mesa de negociación en 2018 que buscaba solucionar una ola de protestas. En un acto que se hizo viral en internet, el joven decidió increpar publicamente al mandatario, cuestionó el resultado del diálogo y le llamó “asesino”, en referencia a la violencia policial que ocurrió durante las manifestaciones.
Mientras, Félix Maradiaga es un importante académico que fue director del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, con sede en Managua. En 2018, en medio de la crisis política que enfrentaba el oficialismo, denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU “la persecución” y “represión” del gobierno nicaragüense contra la sociedad civil.