Amatlán de los Reyes, Ver.- En plena temporada de lluvias y enfermedades, más de 10 mil habitantes de Amatlán de los Reyes enfrentan, una vez más, la falta de agua potable por fallas en el sistema de bombeo del acueducto Miguel Hidalgo, que lleva más de una semana sin operar. La indiferencia del alcalde Arturo Figueroa Vargas ante esta crisis es ya insostenible.
Mientras los hogares tienen que gastar en pipas o acarrear agua de pozos particulares, el gobierno municipal brilla por su ausencia. Ni soluciones, ni mantenimiento, ni una mínima señal de voluntad política han salido del despacho del presidente municipal, que mantiene silencio absoluto frente a una problemática que lleva años sin resolverse.
“El alcalde se lava las manos. Ya pasaron varias administraciones, pero con él ni siquiera hay pretextos: simplemente no le importa que vivamos sin agua”, denunció una vecina.
La falta de mantenimiento en el sistema Miguel Hidalgo y la nula inversión en infraestructura hidráulica reflejan el abandono institucional en el que vive Amatlán. No se trata de una falla técnica fortuita, sino de una cadena de omisiones y desprecio por el bienestar de miles de familias.
Habitantes advierten que el enojo va en aumento y que podrían realizar movilizaciones para exigir lo que es un derecho básico: acceso al agua. Mientras tanto, Arturo Figueroa Vargas guarda silencio, como si la crisis no fuera con él.