Jorge Salazar García. 13/10/2024
Probablemente usted haya visto a personas de la tercera edad manifestarse frente al palacio de gobierno de Xalapa. Son miembros de la Agrupación de Jubilados y Pensionados del ISSSTE de Veracruz (AJUPIV), Cada jueves por la mañana salen a exigir al Estado cubra las deudas pendientes con ellos y sea contratada la aseguradora que pague el seguro institucional a los familiares de quienes fallecieron, y en vida les descontaron la cuota correspondiente. El aún gobernador, impulsado por su desbordado narcisismo, a punto de terminar su gestión, montó un espectáculo para “hacer Justicia a todos”: el pasado 9 de octubre contrató un salón de eventos donde, blindado como faraón y rodeado de corifeos, anunció el pago de esos seguros. Con bombo y platillo, buscando recuperar el prestigio perdido y arropado por sus aliados del sindicalismo charro, realizó un simulacro frente a algunos acarreados y afectados reales. Es una pena que ese acto de elemental justicia lo haya convertido en un circo mediático de humor negro, al mejor estilo neoliberal, como el mostrado en la película “Un Mundo Maravilloso”, de Luis Estrada.
Seguramente se pagarán algunas deudas pendientes (y bien por quienes reciban ese pago); pero, como el dinero no alcanzará, sólo se pagará a los recomendados, pues es imposible cubrir el descomunal desfalco con los 1000 millones obtenidos de un oscuro seguro financiero. Lo previsible es que, conociendo su voracidad y compromisos adquiridos en la pasada elección, parte de esos recursos, siendo el año de Hidalgo (pendejo el que deje algo) sean objeto de rapiña.
Representantes de AJUPIV fueron llamados a la SEV para informarles que sus demandas serían incluidas en un segundo bloque. El comité de esa agrupación, en su último volante, señala al respecto:
“Están simulando. Nos están llamando y acudimos a las mesas que instalaron en la Secretaría de Educación para recibir documentos. Ya entregamos toda la documentación de los compañeros que tenemos en lista de espera para que se les pague el seguro de vida, pero a nosotros se nos hace un burdo montaje porque no les va a dar tiempo (…) Además el Gobernador olvidó que la exigencia de los jubilados de AJUPIV es que se contrate una nueva aseguradora, que su administración canceló el 1 de noviembre de 2021.”
Las fotos obtenidas del evento de marras, son reveladoras. Se aprecian miradas ajenas, rostros indiferentes o desconcertados; pero, sobre todo, llaman la atención algunas expresiones de tristeza, incluso de indignación. ¿Acaso sabrían que los estaban utilizando de relleno en ese montaje de lucimiento político? o ¿sabían que esos dineros destinados a este sector vulnerable no fueron aplicados a la contratación de la aseguradora desde 2021? Con esa pantomima de Justicia no taparán el “sol con un dedo” aunque si se cubren de impunidad en el caso del destino de los dineros desviados.
Promesas incumplidas
Lo más cruel del asunto es el viacrucis burocrático que impusieron a los deudos de quienes han fallecido desde 2021 a la fecha. ¡Carajos! aún después de muertos los siguen jodiendo estos políticos que prometieron no robar, no traicionar ni mentir. Pobre Cuitláhuac, su karma ennegrece su alma: por todos lados donde tomó decisiones huele a traición. En el rubro de los jubilados, son tres años de indolencia e ineficacia que traducidos a su cotidianidad significan dolor y sufrimiento.
En diciembre pasado, de manera contumaz, nuevamente engañaron a los jubilados y pensionados: aprovechándose de la buena fe de AJUPIV, les prometieron contratar la aseguradora en enero de 2024. No lo hicieron, y pasados tres meses sin recibir notificación alguna, esa agrupación volvió a salir a las calles. Y ahí seguirán pues, por varias razones que sería largo explicar aquí, será imposible se contraten aseguradoras en lo que resta del año. La esperanza es que Rocío Nahle lo haga en 2025, minuta firmada de por medio.
La pobreza franciscana de los gobernantes de la 4T es una burla
Algunos pensaban que, al menos, el enriquecimiento “inexplicable” se erradicaría en este sexenio autobautizado de la esperanza. Siguen surgiendo fortunas entre escándalos de corrupción que involucra a los altos funcionarios: igual que la mafia política anterior. La diferencia es que ahora, los morenos, tienen al chivo expiatorio perfecto para cubrir su propio cochinero. Si no alcanza el presupuesto, dicen que los neoliberales vaciaron las arcas públicas; si se pierde, culpan a la derecha; si se derrocha, afirman que se destina a programas sociales; si se desvía, entonces, culpabilizan a infiltrados del régimen anterior. Y así por el estilo; pretextos no faltan. No obstante, algo de vergüenza les queda. Por esta razón contratan asesores de imagen y costosas plumas mercenarias que los exculpen y llenen de glorias hueras. De ese modo pregonan a cuatro vientos que ellos ya no son corruptos: son la transparencia y honradez vivientes. Sus inmaculadas administraciones y pobreza franciscana, dicen, son evidencias de la pureza mantenida durante 6 años sirviendo al pueblo. ¡Pa´ su mecha!
Por otro lado, sería necedad negar que no ha habido transformación con la 4T: ¡ni duda cabe! Llegó al poder como antineoliberal, en 6 años se transformó en posneoliberal y ahora, en el segundo piso, será neoliberal humanista, dicho por ellos mismos y sus gurús iluminados. ¡Qué bueno que ya no se asumen de izquierda!, porque no lo son. En eso, al menos, son honestos.
Vale especular, por lo anterior, que Cuitláhuac montó su patética mascarada esperando que Claudia lo incorpore al gabinete o le de el hueso deseado. Por lo pronto, ya se cree presidenciable para el 2030, pues Beatriz Gutiérrez, esposa de AMLO, mencionó que la elección de una mujer en la presidencia “abre la puerta en que en un futuro pueda haber un titular del Ejecutivo federal, homosexual.”
En Cuitláhuac, además de cumplirse el dicho de que el poder enloquece a los tontos, le vació las entrañas y le pudrió el alma. Cuitláhuac, al cancelar la contratación de la aseguradora en 2021 cometió, cito palabras extraídas del volante de AJUPIV, una fechoría actúan(do) al margen de la ley, sin dar la cara, sin atreverse a informar a los afectados. Si el dinero recibido para la seguridad social de los jubilados no fue aplicado para este fin … es posible suponer que fue malversado.”
Finalmente, debe alertarse que la NO contratación de seguros pudiese implicar la eliminación de esa prestación por considerarse una carga para el Estado. La desaparición de prestaciones sociales fue una directriz neoliberal que hoy, matizada soterradamente, la izquierda institucionalizada, continúa conservando en la 4T.
*Cuitláhuac García Jiménez