Orizaba, Ver. — Diez perros rescatados que actualmente forman parte de un programa de terapia emocional en el Hospital de Salud Mental Víctor Manuel Concha enfrentan el riesgo de ser retirados e incluso sacrificados, luego de que un grupo de trabajadores iniciara una campaña para expulsarlos.
Los animales, previamente encontrados en condiciones severas de abandono, fueron rehabilitados por personal médico y de enfermería. Tras ser vacunados, esterilizados, bañados y evaluados por especialistas, comenzaron a participar en actividades terapéuticas con pacientes psiquiátricos.

De acuerdo con el equipo responsable del programa, la presencia de los perros ha generado mejoras visibles en los usuarios, quienes muestran mayor tranquilidad, mejor comunicación y una participación más activa en su tratamiento.
Pese a los resultados positivos, un grupo de empleados inició una recolección de firmas para exigir que los canes sean retirados del hospital, argumentando únicamente que “no les gustan los perros”. Testigos señalan que incluso han sugerido pedir la intervención de la UMA para enviarlos a la perrera municipal, lo que pondría a los animales en riesgo de ser sacrificados.

Personal que participa en el proyecto aseguró que los perros no representan ningún peligro, pues se encuentran sanos, entrenados y bajo supervisión constante. Advirtieron que retirarlos repentinamente podría afectar emocionalmente a los pacientes, quienes han desarrollado vínculos significativos con ellos.



