Orizaba, Ver.- La tala inmoderada en el Pico de Orizaba continúa siendo una de las problemáticas ambientales más graves que enfrenta esta emblemática montaña, advirtió el montañista César Silva Reyes, quien lamentó la permisividad de las autoridades frente a esta práctica que pone en riesgo el ecosistema.
“Las autoridades han hecho caso omiso y han permitido que continúe la tala inmoderada”, denunció Silva Reyes, quien cuenta con más de seis décadas de experiencia en alta montaña.
Señaló que la explotación forestal ocurre “a plena luz del día y frente a los ojos de las autoridades”, lo que evidencia la falta de efectividad en las medidas de protección.
El ambientalista expresó que los esfuerzos de grupos resultan insuficientes frente al avance de esta actividad ilícita, sumada al impacto del cambio climático que ha acelerado la desaparición de los glaciares en el volcán.
“A pesar de tantas voces que hemos levantado para llamar la atención, el Gobierno del Estado de Veracruz debe coordinar acciones inmediatas para frenar la tala clandestina”, subrayó.
Silva Reyes recordó la reciente declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien reconoció públicamente la extinción de los glaciares del Pico de Orizaba, un hecho que calificó como relevante al ser la primera vez que un mandatario nacional aborda directamente el tema.
No obstante, advirtió que “no basta con declaraciones, sino con acciones concretas para atender de raíz los problemas que afectan a esta ‘fábrica de agua natural’”.
El montañista comparó la situación con la del volcán La Malinche, en Tlaxcala, donde existen “cinco rutas de acceso y cinco garitas, todas reguladas y vigiladas por la policía de montaña”.
A diferencia de ese modelo, dijo, el Pico de Orizaba carece de infraestructura y personal suficiente para resguardar sus bosques.
Entre las medidas que propuso destacan la creación de nuevos accesos controlados, garitas, albergues y la presencia permanente de la policía de montaña, con el fin de frenar la tala ilegal, prevenir incendios y regular el turismo irresponsable.
Finalmente, recordó que, aunque actualmente se realizan campañas de reforestación, los resultados no serán inmediatos.
“Los árboles aptos y resistentes para la alta montaña se verán hasta dentro de 50 o 100 años. Por eso urge actuar hoy para que haya un mañana”, concluyó.